kenneth D. Boa y Robert M. Bowman Jr.
Libro ,20 evidencias convincentes de que Dios existe. LA EVIDENCIA DE LA EXISTENCIA. La pregunta más elemental: ¿Por qué hay algo en lugar de nada? Dios ... llama a ser lo que no existe. —PABLO (ROMANOS 4:17 NASB ) Comenzamos con un experimento mental, uno que quizás ya hayas probado en el pasado. Trata de imaginar que no hay nada, ni personas, ni planetas, ni estrellas, ni universo, ni ángeles, ni Dios, absolutamente nada. Dependiendo de tu temperamento y experiencia, imaginarte la nada absoluta puede ser muy difícil, quizás incluso doloroso. Obviamente, la nada absoluta no es el caso. Algo existe. Pero es igualmente obvio, al menos para la mayoría de las personas, que las cosas podrían haber sido muy diferentes. Por más difícil de imaginar, es posible que ni siquiera existiera. Si tus padres biológicos no se hubieran reunido donde lo hicieron, o si la concepción no hubiera tenido lugar cuando sucedió, no estarías aquí, y posiblemente no hubieras existido nunca. Si ese hubiera sido el caso, si hubiera habido una gran pérdida, la raza humana y el universo hubieran continuado sin ti. Aunque el pensamiento sea doloroso, podemos imaginar un mundo en el que nunca nacimos, como George Bailey en la caprichosa película de Frank Capra Es una vida maravillosa .De la misma manera, podemos imaginar un universo en el que el humano La raza no existía. Podemos sentir que el universo sería inmensamente más pobre sin nosotros, pero no parece haber una buena razón para pensar que el universo no podría vivir sin nuestra especie. Quizás la Tierra pudo haber sido poblada con la misma miríada de plantas y animales pero sin la humanidad. O quizás el universo podría haber existido como un lugar sin vida. En general, un universo sin vida parece un escenario alternativo aburrido, pero no uno que sea imposible o irracional. ¿Qué pasa con el universo mismo? Por supuesto, está aquí, ¿pero las cosas podrían haber sido diferentes? Esto es mucho más difícil de decidir a través de un simple experimento mental. Es probable que la mayoría de nosotros no tengamos problemas en imaginar que el universo podría haber sido un tipo de universo muy diferente; por ejemplo, uno en el que no existe una fuerza gravitatoria o en el que los educadores ganan millones de dólares mientras que los jugadores de baloncesto ganan el salario mínimo. Pero no estamos seguros si tales universos alternativos funcionarán. Lo que es realmente difícil de imaginar, al menos para algunos de nosotros, es que no existe un universo en absoluto. Puede ser fácil suponer que el universo simplemente es. Pero es eso correcto? Una de las preguntas más famosas en la historia de la humanidad es también una de las más básicas: ¿por qué hay algo en lugar de nada? Nuestro interés en esta cuestión no es académico. Queremos saber por qué existe el algo que nos incluye . La pregunta "¿Por qué hay algo en lugar de nada?" Es simplemente una versión más general y abarcadora de la pregunta "¿Por qué estamos aquí?" Hay tres respuestas básicas a esta pregunta. (1) Esta gran cosa que nos incluye siempre ha existido sin razón alguna; simplemente es. (2) Este gran algo que nos incluye es un gran Yo espiritual; Todos somos Dios o parte de Dios. (3) Esta gran cosa que nos incluye fue traída a la existencia por Alguien cuya existencia se explica a sí misma, a saber, Dios. ¿Cuál de estas respuestas es correcta? ATEÍSMO: NINGÚN DIOS EN ABSOLUTO Comenzamos con la respuesta menos popular, aunque altamente influyente: que el gran algo que nos incluye siempre ha existido sin ninguna razón. Desde este punto de vista, preguntar por qué hay algo en lugar de nada es realmente hacer una pregunta sin sentido. ¿Por qué existe el Universo? ¡Simplemente lo hace! El COSMOS es todo lo que hay, todo lo que hubo y todo lo que habrá. —CARL SAGAN El nombre técnico para esta respuesta es ateísmo. El ateísmo es una de varias creencias integrales acerca de la realidad que se llaman cosmovisiones. Una visión del mundo es exactamente lo que parece, una visión del mundo en su conjunto. Todo el mundo tiene una cosmovisión, se den cuenta o no. Bueno, casi todos. Cualquiera que pueda pensar en el mundo como un todo puede tener y tiene algún tipo de visión del mundo, incluso si no está muy bien desarrollado. Presumiblemente, los bebés de una semana de edad no tienen una cosmovisión; y por lo que sabemos, los perros y los gatos no tienen una visión del mundo. Pero si puedes leer este libro, es una apuesta segura que tienes una visión del mundo. La pregunta es si su visión del mundo se ajusta al mundo en el que todos vivimos. Lo más práctico e importante sobre un hombre sigue siendo su visión del universo. —G.K. CHESTERTON. Visto de una manera, el ateísmo es la cosmovisión más simple. El ateísmo dice que el mundo existe y nada más: el final de la discusión. Ningún Dios de ningún tipo hizo el mundo o vive en o por medio del mundo. Lo que ves, es lo que tienes. Sin duda, para algunas personas, esta forma de ver el "panorama general" parece sencilla e incluso obvia. Se preguntan, ¿por qué incluso introducir a Dios en la imagen? Si, de hecho, el mundo se explica por sí mismo, si su presencia aquí y su ser lo que es pueden explicarse mejor sin recurrir a ningún divino.Poder o ser, entonces los ateos tendrían u punto. Sin embargo, hay ciertas características del mundo que hacen que sea difícil ver el mundo como algo que se explica por sí mismo. Mencionaremos cuatro de estos brevemente. Si el ateísmo es correcto, el hombre está solo. No hay Dios que piense por él, que lo cuide, que le garantice su felicidad. Estas son responsabilidad exclusiva del hombre. —GEORGE H. SMITH. En primer lugar, el mundo no siempre ha existido. La evidencia científica ahora ha convencido a la gran mayoría de los científicos de investigación que estudian la cuestión de que l universo no siempre ha existido, que tuvo un comienzo y ha existido durante un tiempo finito. Muchos científicos han llegado a esta conclusión a regañadientes; se dan cuenta de que si el universo tuvo un comienzo, una inferencia razonable y quizás inevitable es que tiene un Principiante. En segundo lugar, el mundo parece haber sido "arreglado" para hacer posible la vida. Durante los últimos cuarenta años, más o menos, los científicos han descubierto numerosos factores en la estructura y la naturaleza del universo, del sistema solar y de la Tierra, que son exactamente lo que necesitan para que exista la vida biológica. Muchos de estos factores tienen un rango muy estrecho dentro del cual incluso la vida sería posible. En resumen, parece muy improbable que el universo haya sido casual por casualidad de ser hospitalario para la vida; Parece más probable que el universo haya sido diseñado como un hogar para la vida biológica. Tercero, la vida biológica en sí misma lleva las marcas del diseño inteligente. El orden complejo de la vida es de tal clase que parece muy improbable que se haya originado sin ninguna intención intencional que guíe su origen. El problema se agrava cuando se considera la naturaleza de los seres humanos. Cuarto, el mundo es un lugar en el que algunas cosas son correctas o buenas y otras no. Es decir, hay un orden moral para el mundo. Es difícil, si no imposible, explicar por qué esto es así si se asume una visión ateo y materialista del mundo. Tendremos más que decir sobre estos aspectos del mundo en el próximo Varios capítulos. Nuestro punto aquí es este: una cosmovisión debe ser capaz de explicar todos estos aspectos o características de la existencia. El problema no es simplemente que haya algo en lugar de nada; el problema es que lo que existe no parece explicarse por sí mismo. PANTEÍSMO: DIOS ES TODO Todos somos parte de Dios. Todos somos reflexiones individualizadas de la fuente de Dios. Dios es nosotros, y nosotros somos Dios. -SHIRLEY MACLAINE. Consideremos una segunda respuesta popular a la pregunta de por qué hay algo en lugar de nada. Esta respuesta concuerda con el ateísmo de que el gran algo que nos incluye solo existe sin ninguna razón fuera de sí mismo. Sin embargo, no está de acuerdo con el supuesto ateo de que el mundo es, en última instancia, el universo material y físico que podemos ver y sentir. En cambio, esta segunda respuesta dice que la existencia del mundo se explica por sí misma porque, en última instancia, el mundo es una manifestación o expresión de Espíritu, Mente o Poder infinitos. En otras palabras, de acuerdo con esta respuesta, el mundo en cierto sentido debe identificarse como o con Dios. El nombre técnico de esta cosmovisión es panteísmo (es decir, la creencia de que todo es Dios). El panteísmo viene en una amplia variedad de sabores; Consideraremos los tres tipos más representativos de panteísmm o.egún una forma popular de panteísmo, solo Dios existe y todo lo que pensamos que vemos, sentimos o experimentamos (incluida nuestra propia identidad personal) es una ilusión. En nuestra opinión, una objeción perfectamente sensible y clara a esta forma de panteísmo es responder: "¡Qué gracioso, no me siento como una ilusión!" Nuestra conciencia de nuestras propias identidades concretas y personales es simplemente demasiado fuerte para la mayoría de nosotros incluso para entretener la noción de que no existimos. Incluso si pudiéramos considerar la idea, cualquiera que lo hiciera, inevitablemente participaría en una especie de debate interno.sobre si él o ella podría ser una mera ilusión: plantear la pregunta, si la persona que lucha con la pregunta no existe, ¿quién o qué está debatiendo la pregunta? Una segunda forma de panteísmo resuelve el problema que acabamos de considerar, pero al hacerlo crea un problema aún mayor. Según esta segunda variedad de panteísmo, solo Dios existe, por lo tanto, todos somos Dios. La objeción obvia a esta forma de panteísmo es responder: "¡Qué gracioso, no recuerdo ser Dios!" Si fuéramos Dios, ¿no lo sabríamos todos? Si nuestras mentes son parte de Dios, y Dios es necesariamente perfecto, es necesariamente el caso de que los errores son imposibles. Pero nosotros cometemos errores. —FRANCIS J. BECKWITH La tercera forma de panteísmo abandona la afirmación panteísta estricta de que solo Dios existe. Sostiene que Dios y el mundo son aspectos distintos de la totalidad de toda la realidad. Esta idea es tan diferente de las otras formas de panteísmo que tiene su propio nombre: panentismo . El en en medio de la palabra significa "en", por lo que la palabra significa la creencia de que Dios está en todo. (Podría decirse que, entonces, el panentismo no es realmente una forma de panteísmo, sino una cosmovisión diferente). Una ilustración popular utilizada para explicar el panteísmo compara a Dios con el alma humana y el mundo con el cuerpo humano. Se piensa en Dios como el alma del mundo: la fuerza o poder vital que energiza el universo, hace posible el origen y el sustento de la vida y nos da nuestro orden moral. El panentismo tiene mucho más a su favor, intelectualmente hablando, que las dos formas de panteísmo estricto que consideramos. No se pone a sí mismo en la posición incómoda de tener que decir que todos somos Dios pero que olvidamos o que realmente no existimos. Además, a diferencia del ateísmo, reconoce que el mundo tiene características que son difíciles de explicar sobre la base de las fuerzas físicas inherentes a la materia. No en vano, una buena.Varios filósofos y pensadores religiosos se han movido hacia una cosmovisión panentéica. La dificultad principal con el panentismo se puede ilustrar simplemente usando la metáfora propia de los panentheists de que la relación de Dios con el mundo es similar a la del alma con el cuerpo. En un ser humano, el alma y el cuerpo son mutuamente dependientes unos de otros; ninguno está completo sin el otro. (Uno puede existir sin el otro, pero tal estado de cosas no es normal ni saludable. De hecho, ¡se llama muerte! ) La pregunta obvia es si Dios depende del mundo de la misma manera que el alma Depende del cuerpo. ¿Necesita Dios el mundo para vivir o para estar completo y completo? A medida que discutamos evidencias más específicas de la existencia de Dios, veremos que esta evidencia no se explica mejor utilizando la cosmovisión panentheist. La mejor explicación es la existencia de un Dios de quien el mundo depende totalmente pero que es autosuficiente y no depende del mundo para su vida o integridad. Esto nos lleva a la tercera explicación principal de nuestra existencia. TEÍSMO: DIOS HIZO TODO Por increíble que parezca, la respuesta más plausible a la pregunta de por qué algo existe en lugar de nada es que Dios existe. —WILLIAM LANE CRAIG La respuesta tradicional a la pregunta "¿Por qué hay algo en lugar de nada?" Que se ofrece en las religiones del judaísmo, el islamismo y el cristianismo es que Dios hizo algo que no era él mismo. Esta cosmovisión se llama monoteísmo (que significa la creencia en un solo Dios) o, más simplemente, teísmo . Según el teísmo, toda la existencia se divide en dos categorías: Dios y todo lo demás. La existencia de dios se explica por sí mismo, ya que Dios es eterno, sin principio ni causa de ningún tipo. Este Dios eligió traer a la existencia todo lo demás. Dios creó el universo del espacio-tiempo y todo lo que hay en él.Podemos discutir si el acto de un Dios creador es la única explicación lógicamente posible para nuestro estar aquí, pero es difícil negar que esta es una explicación simple y razonable. Como ya hemos sugerido y lo explicaremos en mayor profundidad en breve, este mundo tiene características que indican claramente que el mundo no se explica por sí mismo. ¿Por qué hay algo, algo que nos incluye, en lugar de nada? La respuesta del teísta es qu alguien que siempre ha existido, cuya existencia no depende en absoluto de nadie ni de nada, trajo todo lo demás a la existencia. Este Alguien es comúnmente llamado Dios. Debemos señalar que el teísmo no se originó como una respuesta inteligente a la pregunta de por qué algo, en lugar de nada, existe. Los cristianos no afirman haber pensado profundamente en el problema de la existencia por nuestra cuenta y luego un día dijeron: “¡Hey! ¡Apuesto a que Dios hizo todo esto! ”Nuestro informe es el siguiente: Dios se presentó a sí mismo en la imagen al revelarse a sí mismo a través de los patriarcas, profetas y apóstoles de la Biblia, y especialmente en Jesús. Si quieres, Dios ha venido a nosotros y nos dijo: “¡Oye! ¿Ves todo esto? ¡Lo hice! ”. Pero luego de haber escuchado este mensaje, lo hemos pensado y nos hemos dado cuenta de que la existencia de Dios es la mejor explicación para la nuestra. Sigue pasando extraño que exista algo en absoluto. Pero si tiene que existir algo, es mucho más probable que sea algo con la simplicidad de Dios que algo como el universo con todas sus características que claman por una explicación sin que Dios lo explique. —RICHARD SWINBURNE PARA MAYOR LECTURA Geisler, Norman L. y William D. Watkins. Worlds Apart: Un manual sobre visiones del mundo . 2ª ed. Grand Rapids: Baker, 1989. Una introducción fácil de seguir a las principales visiones del mundo, destacando tanto las fortalezas como las debilidades de cada uno. Señor, James W. The Universe Next Door: un catálogo básico de cosmovisión . 3ª ed. Downers Grove, Ill .: InterVarsity, 1997. Un tratamiento popular de las visiones del mundo, escrito especialmente para los estudiantes universitarios en mente, pero de mayor atractivo.
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POR ANTONIO CRUZ SUÁREZ A DIOS POR EL ADN Los evolucionistas insisten en que el principio del naturalismo metodológico es capaz de explicar el origen de todas las cosas por medio de causas naturales. Sin embargo, sus detractores aportan numerosas objeciones en contra. Entre ellas, se refieren tanto al mecanismo gradualista de la selección natural sobre mutaciones al azar, como a las demás posibilidades de cambio evolutivo que se han propuesto hasta ahora, tales como la evolución neutra, equilibrios puntuados, auto-organización, endosimbiosis, etc., para señalar que ninguno de tales procesos es capaz de generar la información biológica necesaria que evidencian los organismos del período Cámbrico, ya en la era primaria. Solo el Diseño inteligente proporciona la mejor explicación del origen de la complejidad genética y bioquímica que se requiere para crear las nuevas formas de vida animal descubiertas en ese período geológico primigenio. A pesar de lo que diga el principio del naturalismo metodológico, la experiencia cotidiana muestra que únicamente los agentes inteligentes poseen la capacidad de generar el tipo de información funcional propio de los sistemas biológicos. Y esta información se observa ya en los animales del Cámbrico. Por lo tanto, la conclusión es obvia: la acción de una inteligencia diseñadora es la mejor explicación para el origen de tal información. Es verdad que si semejante inteligencia diseñadora es «externa» al mundo natural no puede ser investigada mediante el naturalismo metodológico que caracteriza la ciencia. Por supuesto, esto supera las posibilidades de la ciencia humana. También la inteligencia que ha diseñado, por ejemplo, un ordenador portátil es «externa» al propio ordenador. Y por muy sofisticada que sea una computadora, siempre será incapaz de estudiar las características o la identidad de la inteligencia que la ha diseñado. Sin embargo, que una inteligencia sea externa a los sistemas que ella misma ha diseñado, y que no pueda ser detectada o confirmada por los métodos propios de tales sistemas, no implica que tal inteligencia no exista o no haya diseñado. El Diseño inteligente tampoco «presupone» a priori la existencia de dicha mente sabia que lo habría creado todo. Es más bien al revés. La inteligencia externa al universo «se infiere», se deduce sobre la base de aquello que se sabe de las relaciones causa-efecto. No es que el científico presuponga la existencia de una mente inteligente y pretenda imponer dicha fe como explicación de sus observaciones naturales, sino todo lo contrario. Es la sofisticada información que observa en las estructuras materiales y biológicas, la que le lleva a concluir que la mejor explicación para el origen de las mismas es una causa inteligente. Sin embargo, el naturalismo metodológico prohíbe semejante conclusión. Es como una camisa de fuerza que impide moverse en la dirección del diseño y, en cambio, obliga a creer que si la evidencia no permite dar una explicación material, no importa, hay que seguir esforzándose hasta encontrarla. Todo habría que entenderlo desde la cosmovisión darwinista en términos físicos o materiales. Pero, ¿no se convierte así la ciencia en una farsa? Si no resulta posible más que una interpretación naturalista de la realidad, ¿no se hace de la evidencia algo irrelevante? Este es el principal problema que tiene planteado hoy la ciencia en relación con el tema de los orígenes. No obstante, las cosas no siempre fueron así. Los primeros científicos, tal como señalamos, no eran esclavos del naturalismo metodológico y, a pesar de ello, hicieron muy buena ciencia. Descubrieron importantes principios y leyes fundamentales de la naturaleza. Hay numerosos ejemplos de ello. El astrónomo alemán que vivió a caballo entre los siglos XVI y XVII, Johannes Kepler, fue un hombre profundamente creyente. Protestante luterano alemán que dedicó toda su vida a intentar desvelar los principios de la armonía matemática que revelaba el universo. El descubrimiento de sus leyes acerca del movimiento de los planetas constituye uno de los pilares de la ciencia moderna ya que permitió a Newton deducir la ley de la gravitación universal. El gran físico y matemático inglés de los siglos XVII y XVIII, Isaac Newton, por su parte, argumentó más tarde a favor del diseño inteligente que mostraba el mundo natural, como puede leerse tanto en su Óptica como en Principia. En esta última obra escribió: «Este bellísimo sistema compuesto por el Sol, los planetas y los cometas no pudo menos que haber sido creado por consejo y dominio de un Ser poderoso e inteligente»[7]. Y ya en pleno siglo XVIII, el gran naturalista sueco, Carl von Linné, quien sentó las bases de la clasificación biológica y la ecología, manifestó también después de reflexionar sobre el mundo natural: «He visto pasar de cerca al Dios eterno, infinito, omnisciente y omnipotente, y me he postrado de rodillas en adoración»[8]. Estos y otros muchos representantes de la Revolución científica fueron fervientes partidarios del diseño natural que apuntaba en la dirección de una inteligencia creadora. El naturalismo metodológico solo logró imponerse en el mundo científico después de una larga lucha contra la evidencia que sugerían los sentidos. El propio Charles Darwin reconoció: «Si las especies han descendido unas de otras mediante una fina gradación de pasos imperceptibles, ¿por qué no vemos por todas partes un sinfín de formas de transición? ¿Por qué no se encuentra toda la Naturaleza en amontonada confusión, en lugar de presentar especies bien definidas?»[9]. El darwinismo gradualista requería un esfuerzo de abstracción contrario a la realidad observable. La revolución darwinista, que impuso el uso del naturalismo metodológico en la investigación científica, tuvo que abrirse camino frente a la oposición creacionista que imperaba entonces. El materialismo exigía que, a pesar de la fuerte apariencia de diseño, fuera necesario suponer que los seres vivos se habían formado exclusivamente de forma natural, sin ninguna intervención sobrenatural. De manera que el método naturalista se convirtió progresivamente, después de una ardua batalla contra la mayoría de los científicos contemporáneos de Darwin que eran partidarios del diseño inteligente, en una especie de hijo adoptivo recién llegado a las ciencias naturales. No obstante, ¿significa esto que antes de la invención del naturalismo metodológico no se hacía buena ciencia? Desde luego que no. Ya hemos señalado la excelente labor de tantos científicos partidarios del diseño real que refleja la naturaleza. Entonces, ¿cuál fue la razón fundamental para imponer el método naturalista en el seno de la ciencia? Me temo que la motivación verdadera fue mantener a raya a los científicos que creían en un diseño, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de las observaciones no corroboraban los postulados transformistas. Los estudios del mundo natural empezaron así a descartar de entrada la posibilidad de que los seres vivos hubieran sido planificados con sabiduría, para suponer que se habían formado mediante las únicas leyes del azar y la causalidad. Sin embargo, ante la aplastante evidencia de complejidad específica de los organismos que muestran los últimos descubrimientos científicos, creo que el naturalismo metodológico ha llegado a ser hoy una mala filosofía para explicar los orígenes. Un principio metafísico que debe empezar a revisarse si se quiere liberar a la ciencia de la esclavitud naturalista. Dios y la fe en la ciencia. POR ANTONIO CRUZ SUÁREZ. A DIOS POR EL ADN. Dios y la fe en la Ciencia ¿Es el naturalismo el único método válido de hacer ciencia? El llamado «naturalismo metodológico» es un principio filosófico, asumido por la mayoría de los científicos del mundo, que afirma que los fenómenos de la naturaleza solo pueden ser explicados por medio de causas materiales o naturales. Se trata de un principio razonable que ha permitido numerosísimos logros a la ciencia. Ejemplos de sus fabulosos resultados podemos verlos por doquier. En este sentido, los antiguos pueblos nórdicos tenían muchas leyendas para explicar el origen de las auroras boreales, esas bellas luces ondulantes que aparecen en el cielo nocturno. En Finlandia se decía que eran producidas por los zorros árticos cuando estos rozaban con su cola las montañas, generando chispas que ascendían y se convertían en tales destellos brillantes. Los estonios, por su parte, pensaban que se debían a los chorros de agua expulsados por las ballenas. En Groenlandia aseguraban que, en realidad, eran las almas de los muertos las que provocaban semejante fenómeno en su ascenso al cielo. Hoy sabemos, sin embargo, gracias a la física, que tanto las auroras boreales como las australes se deben al choque de electrones y protones procedentes del Sol contra la magnetosfera terrestre. Cuando el viento solar colisiona con las invisibles líneas de fuerza del campo magnético de la Tierra, desprende cierta energía que es la causante de estas especiales luces. Pues bien, lo mismo ha ocurrido con muchos otros fenómenos habituales en la naturaleza, como el arco iris, terremotos, erupciones volcánicas, metamorfosis de los insectos, fotosíntesis vegetal, fecundación de los seres vivos o la causa de tantas enfermedades. Las explicaciones de la ciencia, obtenidas mediante el naturalismo metodológico, han venido a sustituir satisfactoriamente los antiguos mitos y leyendas primitivas equivocadas. Ahora bien, el problema principal de asumir siempre el naturalismo se origina cuando la ciencia intenta explicar, no los fenómenos concretos de la naturaleza con los que resulta posible experimentar, sino aquellas cuestiones que tienen que ver con el origen primigenio de toda la realidad. ¿Cómo llegaron a existir el universo, la vida, el hombre y la conciencia humana? Si se acepta este método naturalista a rajatabla, queda automáticamente prohibida la acción original de un agente personal inteligente. Si se asume como principio inherente a la ciencia que todo debe tener una causa material y natural, no queda espacio para la posibilidad de una mente sabia anterior a la existencia de la materia y que la hubiera diseñado inteligentemente. Desde luego, esto limita las deducciones de la ciencia y reduce sus conclusiones al ámbito de las causas puramente físicas o materiales. A pesar de las múltiples evidencias de información sofisticada y planificación inteligente que muestran el cosmos y los seres vivos, ya desde los primeros momentos de su existencia, las «explicaciones» provenientes de la metodología naturalista se reducen a suponer que el universo surgió de una enigmática singularidad inicial; o que habría muchos universos que aparecieron espontáneamente como burbujas y el nuestro solo sería uno más; o que el mundo evoluciona gracias a un misterioso principio general de autoorganización de la materia, todavía por descubrir; que la vida se originó (no se sabe cómo) a partir de la materia inorgánica y que, en fin, la conciencia humana, en contra de toda evidencia, es tan solo el producto de la complejidad neuronal del cerebro. En otras palabras, que la naturaleza se habría creado a sí misma sin ninguna inteligencia previa que la diseñara. Y si hoy la teoría de la evolución es incapaz de explicar satisfactoriamente todas estas cuestiones, se nos pide que sigamos teniendo fe en el naturalismo metodológico, ya que este algún día lo conseguirá. ¿Pueden considerarse acertadas tales explicaciones o son solo el callejón sin salida al que conduce el naturalismo que domina la ciencia? Lo primero que conviene reconocer es que el principio del naturalismo metodológico no es una teoría científica, ni una conclusión empírica, sino una norma filosófica impuesta desde afuera a la ciencia. Y aunque ha dado muy buenos resultados con los fenómenos naturales repetibles o experimentables, no puede aplicarse con éxito a los orígenes que solo ocurrieron una vez. Tal como reconoció el astrofísico evolucionista, Carl F. Von Weizsäcker, en unas conferencias dadas en la Universidad de Glasgow, a principio de los años 60 del pasado siglo, en las que se pretendía homenajear al darwinismo: «No es por sus conclusiones, sino por su punto de partida metodológico por lo que la ciencia moderna excluye la creación directa. Nuestra metodología no sería honesta si negase este hecho. No poseemos pruebas positivas del origen inorgánico de la vida ni de la primitiva ascendencia del hombre, tal vez ni siquiera de la evolución misma, si queremos ser pedantes»[6]. De manera que es la fe en el principio filosófico del naturalismo metodológico la que descarta, de entrada, cualquier posible origen sobrenatural de la vida y el universo. Ante tal imposición de la filosofía naturalista que excluye a Dios de su creación, a veces se sugiere que si se admitiera la existencia de un agente sobrenatural capaz de crear seres a partir de la nada, ya no habría razón para que los científicos continuaran investigando. Desde luego, si Dios es capaz de crear un gen de la nada ya no tiene sentido demostrar cómo este se habría podido formar paulatinamente por mutaciones al azar y selección natural. Sin embargo, ¿acaso prohíbe la realidad de un Creador, continuar estudiando las estructuras y funciones de los seres vivos? ¿Por qué iban a paralizarse las miles de investigaciones en marcha que existen para intentar desvelar los secretos del ADN? ¿Qué impediría seguir describiendo genes humanos que al mutar provocan determinados tipos de cáncer y conseguir así curarlos? ¿No tendría sentido la tarea de descubrir antibióticos diferentes en los invertebrados marinos con el fin de tratar determinadas dolencias? La labor de la ciencia no tiene por qué paralizarse porque se acepte la creencia en un Dios creador. Lo que cambiaría sería la visión materialista, que afirma que la naturaleza se ha creado a sí misma, por la visión teísta que prefiere, en cuanto a los datos observables, apostar por una inteligencia original que lo habría hecho todo. Si el materialismo resulta ineficaz para dar cuenta del origen de la vida o del cosmos, ¿por qué no probar fortuna explorando la posibilidad de que la inteligencia que evidencian los seres materiales se deba no a un azar ciego sino a un agente personal que planificara el mundo? ¿Por qué debe estar prohibida esta otra línea de investigación? Si el origen de los sistemas biológicos no puede explicarse apelando a las leyes y propiedades que los caracterizan actualmente, ¿por qué no expandir los horizontes de la ciencia más allá de la pura materialidad causal? No es que la ciencia deba convertirse de repente en teología, pero tampoco parece lógico negar siempre a priori la posibilidad de la existencia de un Dios que ha creado, no dando palos de ciego como propone el darwinismo, sino con sabiduría y planificación previa. La creación inteligente no tiene por qué descartar transformaciones evolutivas posteriores en los seres vivos. Sin embargo, la suposición darwinista de que la evolución actúa generalmente desde lo simple a lo complejo cambiaría radicalmente, ya que sería sustituida por la idea de que al principio también había complejidad, sabiduría e información. Este es el gran abismo que separa, por ejemplo, a los partidarios del Diseño inteligente de los demás defensores del evolucionismo, sean estos materialistas ateos o teístas creyentes. Es el debate actual que se está produciendo en el mundo anglosajón, entre los miembros del Discovery Institute, que defienden el diseño inteligente del universo y los evolucionistas del BioLogos. En el fondo, las discrepancias principales entre ambas concepciones se deben más al principio filosófico del naturalismo metodológico que a cuestiones científicas concretas. .
Bien, hay una objeción interesante al acto de creación de Dios, la famosa objeción de Faure respecto a la creación ex Nihilo que seguro ya conocen. Y su relevancia no radica en que tenga solidez o fuerza sino en que, a mi parecer, es muy suscitada en los foros de debates en Internet, en Facebook y los grupos de debates en WhatsApp. Es una objeción que debe ser tomada en cuenta, a pesar de que no suponga ninguna complicación inquietante para el teísta un poco instruido en apologética, porque permite aclarar un punto importante para entender a Dios y su acto de creación y así mismo explicar a aquellas personas que le ven un poco de dificultad y también, por supuesto, a aquéllos ateos que usan ese argumento como concluyente en la demostración de la inexistencia de Dios. El argumento de Faure: El gesto creador es inadmisible. ¿Qué es crear? ¿s tomar los materiales esparcidos, separados, pero existentes, luego utilizando ciertos principios, experimentados, aplicando ciertas reglas conocidas, reunir, agrupar, asociar, ajustar estos materiales, con el fin de hacer de ellos algo? No. Esto no es crear. Ejemplo: ¿puede decirse de una casa que ella ha sido creada? No. Ha sido construida. ¿ Puede decirse de un mueble que ha sido creado? No. Ha sido fabricado. ¿ Puede decirse de un libro que ha sido creado? No. Ha sido compuesto, impreso. Luego tomar estos materiales existentes y hacer de ellos algo, eso no es crear. ¿Qué es, pues crear? Crear... Me encuentro, a fe mía, muy perplejo para explicar lo inexplicable, para definir lo indefinido. Sin embargo, voy a intentar hacerme comprender: Crear, es sacar algo de nada. Es hacer con nada alguna cosa. Es llamar la nada a ser. Eso supuesto, imagino que no se encuentra ni una sola persona dotada que de razón que pueda concebir y admitir que de nada se pueda sacar algo, que con nada sea posible hacer alguna cosa. Imaginad a un matemático, elegid el calculador más eminente, colocad detrás de él un enorme cuadro negro. Rogadle que trace sobre ese cuadro de ceros y más ceros: podrá esforzarse en sumar, en multiplicar, en librarse todas las operaciones de las matemáticas, y no alcanzará jamás a extraer de la acumulación de esos ceros una unidad. Con nada, no se hace nada; con nada no se puede hacer nada. El famoso aforismo de Lucrecio ex nihilo nihil queda como la expresión de una verdad y de una evidencia manifiesta. El gesto creador es un gesto imposible de admitir y es un absurdo. Crear, es, pues, una expresión mística, religiosa, pudiendo poseer algún valor a los ojos de las personas a las cuales satisface creer lo que ellas no comprenden y a quienes la fe se impone tanto más cuanto menos comprenden; pero crear es una expresión vacía de sentido para un hombre enterado, atento, a los ojos de quien las palabras no tienen más valor que en la medida en que ellas representan una realidad o una posibilidad. En consecuencia, la hipótesis de un Ser verdaderamente creador es una hipótesis que la razón rechaza. El Ser creador no existe, no puede existir. En resumen del argumento, Dios no podría crear porque violaría el principio de Lucrecio ex Nihilo nihil Fit: De la nada nada. Estaría haciendo algo lógicamente imposible de hacer, pero de acuerdo a la definición de omnipotencia Dios sólo hace cosas lógicamente posibles. El teísta también declara en sus argumentos que de la nada nada sale y usa este principio filosófico como apoyo para su conclusión de que Dios es la causa del universo Primero, me permito aclarar y mostrar algo relevante: de acuerdo al argumento cosmológico kalam, crear es traer algo a la existencia desde la nada: la imposibilidad de un infinito actual, las propiedades termodinámicas del universo, la expansión del universo, son algunas evidencias de un comienzo, si hay un comienzo entonces significa que debe haber una causa, esto por lo visto sugiere que todo pasó de un "estado" de inexistencia a uno de existencia, es decir surgió desde la "nada". No obstante,como punto importante atener en cuenta, de acuerdo a los argumentos tomistas NO existe la imposibilidad de un universo eterno y un Dios como causa, luego, la definición de crear entendiendo esto como pasar algo de inexistencia a existencia como se haría en el cosmológico kalam cuando se cree en un universo con comienzo, no debe tomarse como una definición general de creación. Es confuso porque si no hubo un comienzo, la conclusión de que hubo una creación ex Nihilo no tendría validez en el argumento cosmológico kalam, por lo tanto es necesaria la ausencia absoluta. Eso nos llevaría a que una creación ex Nihilo necesita de un universo que comenzó en un estado de inexistencia. Pero hay que tener en cuenta algo muy importante, y es que los argumentos para la existencia de Dios tienen algunas diferencias vitales, aunque sean cosmológicos. Por ejemplo el kalam con los argumentos de aquino, difieren en la necesidad de un comienzo absoluto del universo, para el tomismo no es necesario un inicio absoluto porque sus premisas llevan mas contenido metafísico y por lo tanto es mas general, en cambio el argumento kalam hace un compromiso esencial con un inicio absoluto. Dante A. Urbina, un apologista peruano destacado, en uno de sus videos de You Tube llamado "el argumento cosmológico tomista. Explicación, Defensa y ventajas sobre el Kalam Craigtiano" explica muy bien todo esto y otras cuestiones relevantes para el teísmo. A pesar de que el universo no comenzó a existir, Dios pudo haber hecho su acto de creación ex Nihilo(de la nada) Pero otros dirán que sería eterno y no habría un estado de inexistencia del cual luego surge. ¿Si hay algo, cómo es posible que exista una creación desde la nada,? de manera que la obra de Dios no partiría desde la nada porque siempre ha existido. Imaginemos a Dios en la inmaterialidad, atemporalidad existiendo sin el universo si decimos que el universo aún no ha sido creado, entonces es razonable pensar que si Dios toma la "decisión" de crear y crea el universo, su creación ha partido desde la nada por cuanto el universo no existía, ningún objeto material. Pero si coexiste con Dios, ¿cómo Dios lo crearía desde su inexistencia ? Y a la ausencia o inexistencia de un universo es a lo que le llamaríamos "nada". No obstante, como señalaba anteriormente, existen otros argumentos como los de Santo Tomás de Aquino que no parten necesariamente de la premisa de que el universo comenzó a existir , y sin embargo llegan a la conclusión de que debe haber una causa, es decir un Creador del universo. Entonces vemos que el acto de crear desde la nada no necesariamente se define como crear en ausencia de universo. ¿ Bien, entonces cómo se define? Cuando se dice que Dios crea desde la nada nos estamos refiriendo exactamente a que crea sin hacer uso de materiales preexistentes, así cuando crea lo hace desde la nada entendida como ausencia del mismo universo o bien sin elementos o materiales que preexisten. no es una creación EX materia como sostenía el filosofo griego platón. Es decir no estaría usando a un ser o seres manipulandolos para que éstos mismos causen el surgimiento de las cosas, aunque sí podría hacerlo si quisiera. En consecuencia, Dios haría su acto de creación desde la nada aunque el universo fuese eterno. Porque como señala Aquino la preposición “de” (ex) implica una relación de causalidad, no material, sino que designa un orden, por ejemplo, que el mediodía se hace de la mañana aunque dicha preposición puede incluir negación que significa la palabra nada o estar incluida en ella. En el primer caso el orden queda afirmando el orden precedente, pero si la negación incluye la preposición se niega el orden cuyo sentido será que se hace de la nada, no se hace de algo, en el cual se hace relación a la causa material, negándose. Por lo tanto, crear desde la nada simplemente significa crear sin requerimiento de materiales o elementos previos, y si Dios sustenta todo en cuanto existe es porque le da el ser desde una independencia absoluta de cualquier entidad material sólo con su omnipotencia. Creo que lo comprenderemos si entendemos que en realidad no existe la nada, pues Dios ya es algo, entonces ¿Cómo el universo puede surgir desde la nada si ya hay algo ? Creación ex Nihilo es un término un poco engañoso. ex nihilo es en realidad lo contrario a Ex materia. Bien, ya una vez aclarado eso, pasemos a las afirmaciones de Faure con profundidad, aunque ya he dicho mucho con la definición de ex Nihilo. Si Dios existe, tomemos esto como punto fundamental, podría afirmarse que es un Ser que existe por Sí mismo, causa y motor de todo lo creado y que está fuera del tiempo y el espacio que no rige a nosotros, sus criaturas. También es verdad que Dios debe ser atemporal, trascender el tiempo, y de ahí también podemos deducir que es eterno, inmaterial y aespacial, no depende de nada para existir, es la primera causa que en consecuencia es incausada. También es sumamente inteligente, pues ha creado el universo y le ha dado un orden y una funcionalidad significativa. Podemos encontrar una lista de atributos particulares, y algo que también se puede deducir fácilmente gracias a los atributos ya mencionados es que Dios es omnipotente. El aspecto que ahora mismo nos interesa es justamente la omnipotencia(omnis,todo;potencia,poder). Un atributo que sólo puede adjudicarse a Dios, dado que nada ni nadie más tiene la capacidad infinita de poderlo todo. Y Él, si es cada atributo en forma infinita, también es infinitamente poderoso. Además, y como ya hemos explicado antes, sólo hablamos de Dios al referirnos a quien no depende de nada para existir o actuar a Su voluntad. Diremos entonces que es Omnipotente porque al ser infinito su poder, y simple su esencia, puede todo lo que quiere con sólo quererlo. Es decir, cada uno de sus deseos es acto inmediato. Puede, entonces, hacer todo lo que le agrada, pero Sus acciones siempre estarán de acuerdo con Su carácter. Una vez aclarado ese punto, entendiendo que Dios es omnipotente, hay que recalcar que omnipotencia significa hacer solo las cosas lógicamente posibles, pero el ateo pensará crear desde la nada no es lógicamente posible, pues por ejemplo un matemático no puede sacar un número diferente de 0 si multiplica ceros siempre, así que tampoco es posible la creación. ¿Es en verdad una imposibilidad lógica sacar algo desde la nada? No, no es así, porque en el caso del matemática se pretende usar nada para crear algo, pero en el caso de Dios su creación no es entendida como una forma de crear el universo tomando el no ser para dar el ser, sino al contrario, si el universo es creado significa que surge de algo: la causa es es Dios, el ser y la omnipotencia de Dios. Esto sumado a que crear algo desde la nada es un término engañoso, ya que en realidad se refiere a la ausencia de elementos o materiales y no a la nada absoluta especialmente, Así cuando decimos que el universo surge a partir de la nada, nos referimos a que no tiene una causa material y que Dios con su omnipotencia lo ha causado. No es lógicamente imposible, porque el principio de Lucrecio Ex Nihilo nihil Fit se refiere a que es imposible que naturalmente de la nada salga algo, pero el teísta lo que afirma es que Dios creó las cosas de manera sobrenatural, por lo tanto el universo no puede salir desde la nada naturalmente pero sí en un acto de omnipotencia de Dios. También Vemos que al aceptar como premisa principal la premisa de ex Nihilo nihil Fit, Faure tiene dos opciones: 1)Pensar que el universo tiene una causa para su existencia. O 2)Pensar en un universo eterno. Ambas cosas resultan no favorecedoras para el ateo, pues si el universo tuvo un comienzo entonces deberá enfrentarse a una causa atemporal, inmaterial, aespacial, eterna, personal y omnipotente, y si cree en la segunda opción entonces deberá explicar por ejemplo la posibilidad de un infinito, sea este metafísico o físico ¿puede el universo ser infinito? Parece que no, y veamos por qué... A. Asumiendo que "nada viene de la nada" B. Que «X» evento es incognoscible, y no tiene turno de existir en una regresión infinita de causas(infinito actual.) C. También, si se asume que cada número es un evento en la realidad física, basándonos en el principio de causalidad.(principio metafísico.) Y={0,1,2,3,4,5,6,…,n,…} Si la realidad física tuvo un comienzo entonces «n» es cognoscible y tiene un turno para existir. Sin embargo, deducimos algo completamente diferente con una regresión infinita de causas. Y={-infinito,…,-2,-1,0,1,2,…,n,…} Al ser el pasado infinito (-) el turno de «n» jamás llegaría a estar en la realidad física y es incognoscible. [1] Si una regresión infinita de causas existe, entonces tú no existes. [2] Tú existes. [3] Por lo tanto, no existe una regresión infinita de causas. [4] Si no existe una regresión infinita de causas, entonces hay una primera causa que es incausada y personal. [C] Entonces, hay una causa incausada y personal. Bien, nos daremos cuenta de que un infinito en la realidad resulta en una imposibilidad lógica, ya que no nos da una explicación de cómo es que nosotros hemos llegado a existir, y de hecho de ninguna entidad en el universo. Un infinito real sería un infinito finito, pues podemos dar testimonio de que existen cosas que ya tuvieron la oportunidad de existir, lo cual es contradictorio. Entonces Faure entra en un verdadero aprieto del cual no puede escapar y su argumento se cae por razones evidentes. Primero, ataca a un muñeco de paja cuando habla de la creación ex nihilo. La creación desde la nada no es hacer algo con nada, simplemente es dar existencia sin la utilización de materiales preexistentes. No es una creación Ex Materia ni creación Ex Deo. Y segundo, debe pensar en la eternidad del universo. Si el universo es eterno entonces deberá enfrentar ese problema, y si cree en un universo con comienzo entonces deberá aceptar la creación ex nihilo. ¿Qué significa la inmutabilidad en Dios? Si Dios existe, es inmutable, esto significa que no cambia, no puede cambiar, transformar o modificar algo en sus características, es decir todos sus atributos y su esencia son inalterables. El ateo Faure ha objetado que Dios cambió dos veces, la primera cuando tuvo la idea de crear , y la segunda cuando el universo pasó a ser. No obstante, no veo cómo el hecho de crear y tener la idea de crear el universo, puede ser algo que modifica las características y la esencia de Dios, pues, ser inmutable significa eso: permanecer inalterable esencialmente. La creación del universo no quita ni agrega nada en la esencia de Dios, esto sería absurdo ya que Dios es un ser incontingente y no depende de su creación o no creación, he ahí el primer error de Faure. Se podría pensar que la “mente” de Dios ha cambiado algo, ya que “tuvo” una idea “nueva”, y por lo tanto no sería omnisciente. ¿Qué es es la omnisciencia si no conocer absolutamente todo? He ahí el segundo error de Faure: pensar que Dios es un ser que piensa mediante una operación cognitiva como la nuestra, Dios es omnisciente y absoluto. Las ideas nuevas o los pensamientos nuevos, forman parte únicamente de nuestra esencia y como seres humanos limitados que interactuan dentro del contexto de espacio-tiempo, puede que X persona hoy piense que 2 + 2 x 3 es igual a 12, y sin embargo mañana pensar que el resultado de esa operación combinada es 8, al entender que la la multiplicación es primero que la suma. Aquí hay un cambio de pensamiento, antes se pensaba que era 12 y posteriormente 8. Pero eso no forma parte de un ser que es eterno, omnisciente y omnipotente como Dios que no se encuentra dentro del contexto de espacio-tiempo como nosotros, no piensa por partes o procesos cognitivos, sino que Dios es la manifestación actual pura de todo lo que es y de todo lo que puede ser , a menos que Faure haya tomado el título de Dios como algo que no hace referencia a un ser con las características ya mencionadas. En dado caso, el teísmo no está siendo atacado por ningúna objeción, pues estarían atacando a un blanco móvil y no directamente a lo que cree el teísmo realmente, es decir un Dios omnipotente, omnisciente, eterno, incontingente, etc. Es decir que Dios es acto puro, no posee ninguna potencialidad, esto es fácilmente comprensible si sabemos que no se encuentra dentro del universo, sino que es trascendente. Entonces Dios es inmutable, principalmente porque la inmaterialidad implica inmutabilidad y porque es una causa personal. Al encontrarse fuera del tiempo y de la materia, no podemos aplicar ninguna ley universal, es decir del universo, lo que nos llevaría a pensar que la explicación Causal únicamente es una explicación personal en términos de agentes y sus voliciones. Porque como dice Richard Swinburne: hay dos tipos de explicación causal: explicaciones científicas en términos de leyes y condiciones iniciales y explicaciones personales en términos de agentes y sus voliciones. Siendo así, en la atemporalidad únicamente tenemos a una causa personal que es inmutable, dado que en la atemporalidad no existe materia, la materia sólo puede encontrarse dentro del universo y todo lo que se encuentra dentro del universo es mutable por cuanto se encuentra sujeto a las leyes que rigen a la materia. De esta manera, en ausencia de tiempo, espacio, y materia, no existe mutabilidad. Si la causa del universo es personal por cuanto no se puede aplicar una explicación causal en términos de leyes y condiciones iniciales, entonces irremediablemente debemos pensar que es la primera causa y que nada le antecede, pues de lo contrario habría que postular a otra causa personal que la ha causado, lo cual no es razonable , y podemos descartar otras causas personales con la Navaja de Ockam. No suena razonable, imaginemos una cadena de seres en la atemporalidad de Dios, debería ser un conjunto de entidades personales que causan atemporalmente. Sabemos que en la atemporalidad e inmaterialidad existe INMUTABILIDAD, ¿y qué significa esto? Sí, que los seres deben ser personales para poder crear y tener una relación Causal con los demás seres atemporales, tendríamos a un ser X personal que crea a un ser Y personal, también que X ha sido creado por otro ser personal A, y este a su vez también debería ser creado por otro ser personal diferente, y así sucesivamente. Porque, recordemos lo que nos señala Richard Swinburne : hay dos tipos de explicación causal: explicaciones científicas en términos de leyes y condiciones iniciales y explicaciones personales en términos de agentes y sus voliciones. La primera no se puede aplicar en la atemporalidad, por lo tanto creo que si vamos a postular una cadena de causalidad atemporal, necesariamente debemos pensar en la segunda explicación causal. Pero esto simple y llanamente no tiene ningún sentido. Por lo tanto hay que pensar en una primera causa, y si es primera significa que es inmutable y eterna. Si no hay un antes y no después,significa que los atributos de Dios se encuentran en acto puro, Dios no podría tener ningún tipo de potencialidad, por lo tanto es inalterable y no cambia, es decir es inmutable. Si tuviera algunas potencialidades, significa que habría habría características en Dios que no son pero que seran, o que son pero dejarán de ser. ¿Tiene algún sentido esto? Creo que no, en primer lugar porque estaríamos haciendo referencia a un concepto temporal, ya que hablamos de un pasado, un presente y un futuro, pero esto no parece tener sentido, ya que en la atemporalidad en donde habita Dios simplemente no hay tiempo. Sin tiempo no hay cambio, sin cambio no hay mutabilidad, Ergo, Dios es inmutable. Y en segundo lugar porque Dios es incontingente, acto puro, y hablar de potencialidad en Dios es totalmente contradictorio. Si existen potencialidades, entonces sería contingente. Así que, para demostrar que Dios es mutable, se debería probar que Dios tiene algún tipo de potencialidad, pero Faure no ha probado absolutamente nada PRIMERO porque la decisión de crear no fue producto de una idea nueva que antes no era pero que luego fue, sino que Dios posee absoluto conocimiento y todo se encuentra incluido en su intelecto, sin ningún tipo de mutación cognitiva. En conclusión, no cambia. SEGUNDO , porque Dios es un ser incontingente y su esencia no depende de nada, así que su creación no le quita ni le agrega absolutamente nada. Y TERCERO porque Dios es Atemporal y no un ser material que se encuentra sujeto a la materia que es mutable por el tiempo. Así que no podemos hablar de potencialidades o cambios, pues esto depende del tiempo y de la materia. REFERENCIAS –Fe razonable Wiliam Lane Craig –¿Dios existe? El libro que todo creyente deberá y todo ateo temera leer. Dante A. Urbina –“Respuestas a un Ateo. La oscuridad revestida de razón”, Serie Grandes Debates Católicos, Tomo II / Boanerges ¿quien creó a Dios, y si el universo ha sido creado por qué Dios no tiene un creador? Probablemente muchos de los teístas que discuten con escépticos en foros, páginas de Facebook, y en su vida social, se han encontrado más de más de una vez con esta pregunta. La pregunta ¿quien creó a Dios? me parece que es muy común, y se pretende que sea un problema para el teísmo pero no es más que un pseudo problema que se disuelve con un pequeño análisis lógico. Siempre que me encuentro con un ateo que me plantea ese pseudo problema, me resulta inevitable pensar que no está tomando la definición correcta del término “Dios”,preguntar Quién creó a Dios ciertamente refleja un desconocimiento sobre el término. En primer lugar ¿Qué significa? Cuando hablamos de Dios hacemos alusión a una deidad Suprema que en el monoteísmo se considera como el ser que ha creado el universo, cuyos atributos son: omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia, omnibenevolencia, simplicidad divina etc. Es lo que se entiende por Dios en el teísmo Cristiano, y sin lugar a dudas el creyente Cristiano cree en un Dios que posee absoluta supremacía, en los textos bíblicos lo recalcan, por ejemplo uno de ellos: “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza… Y Tú señorearás a todos” (1Crón. 19:11,12). Y en palabras de Alejandro Sanvisens Herrero. ´´siempre que doy esta definición hay alguien que pregunta intrigado: «Bien, y a Dios ¿quién lo creó?». Quien hace esta pregunta no ha caído en la cuenta de que en la definición de Dios está el atributo de eternidad. Si Dios se define como eterno, no cabe preguntar quién lo creó, como si hubiera tenido un comienzo. Dios no ha comenzado a existir en cierto momento, sino que ha existido siempre. Por eso no debe resultar extraño que nadie lo creara. La idea de una existencia eterna, tan repugnante para algunos, se hace necesaria cuando se contempla desde la perspectiva correcta. Esta perspectiva se encuentra cuando se intenta pensar en la nada. Como podemos ver, en teísmo cristiano Dios es eterno, no tiene principio, y no hace falta tanta revisión bíblica para darse cuenta, tampoco tanta indagación filosófica.´´ El matemático John Lennox, Profesor de Oxford, también nos da una excelente respuesta, en uno de sus videos de YouTube ´´Uno de los argumentos centrales del libro la ilusión de Dios de Richard dawkins es el famoso argumento de secundaria <<si creemos en un creador Tendremos que preguntar Quién creó al creador>> ahora, la primera consideración que haría sobre esto sería la siguiente: si tú haces la pregunta <<Quién creó a Dios>> tú estás pensando en dioses creados, ahora, los antiguos sabían todo sobre los dioses creados, en realidad los llamaban ídolos y por lo general la gente ya no cree en esos dioses hoy en día” Así que si el ateo cree que cabe la pregunta ” ¿Quién creó a Dios?” es porque está pensando en un Dios que no posee supremacía absoluta y universal, es decir, en un ser creado, pero esto no es lo que creemos nosotros los creyentes cristianos, ni la Biblia ni los argumentos filosóficos para la existencia de Dios concluyen en un ser creado. No es es más que un argumento pueril de secundaria, en las palabras de John Lennox.´´ ¿Entonces por que hacen esta pregunta que evidentemente es Absurda a todas luces? pienso en un posible motivo: porque desconocen lo que significa el término y todo en cuanto a la doctrina cristiana, así como de las premisas de los argumentos filosóficos. La explicación más clara es esa. Suponiendo que el argumento cosmológico kalam es verdadero, toda la materia comenzó a existir desde la nada absoluta, entonces el universo no es eterno y posee un comienzo absoluto en su existencia, ¿ y por qué Dios no puede tener un comienzo? la respuesta es más que obvia: Dios se encuentra en la atemporalidad, es decir, no está dentro del Espacio-Tiempo, por lo tanto es eterno. En ausencia de espacio y materia no se puede aplicar la ley de causa y efecto porque esto es posible en una dimensión física , así que no no se puede aplicar a Dios. Ergo, Dios no tiene causa. ¿Esto es hipótesis ad hoc? He visto esta objeción en los foros de Internet: “Si Dios es inmaterial, atemporal y espacial, no se puede aplicar sobre él la ley de Causalidad, pero todos estos atributos son ad hocs bastante convenientes” Primero, ¿que es una hipótesis ad hoc? Se denomina en su sentido completo hipotético-deductivo, y es una hipótesis inventada para salvar a otra hipótesis de la refutación, por ejemplo Nicolás Copérnico usó una hipótesis ad hoc para explicar que el ángulo de la paralaje no se modifica con el movimiento de la tierra, su hipótesis ad hoc fue que la esfera de las estrellas fijas estaba extremadamente lejos para percibir la modificación de la posición de las estrellas, sin embargo, la hipótesis ad hoc de Copérnico resultó verdadera. Propuso una hipótesis que no se podía refutar ni comprobar en el momento, es decir un ad hoc bastante audaz. Se pueden distinguir dos tipos de hipótesis ad hoc: ad hoc mala fide e hipótesis ad hoc bona fide, la primera es una hipótesis que no se puede verificar independientemente y cuya única función es proteger a la hipótesis, el segundo tipo de ad hoc es una hipótesis que sí se puede verificar independientemente. Ahora,¿ Dios se constituye por hipótesis ad hoc, tal como lo dice el ateo? Veamos si los atributos o características de Dios son ad hocs, por ejemplo tenemos el argumento cosmológico kalam. 1– todo lo que comienza a existir tiene una causa 2– el universo comenzó a existir 3- por lo tanto el Universo tiene una causa. Bien, este es un argumento lógicamente válido, es decir, la conclusión se sigue de las premisas, y si las premisas son verdaderas la conclusión también lo es, si rechazas la conclusión es porque rechazas al menos una premisa. Ahora suponiendo que las premisas son verdaderas (porque no pretendo discutir sobre el kalam en este post) y que es lógicamente válido, el argumento nos lleva a una causa que dio origen al universo, a toda la materia y la energía. Esa causa debe ser aespacial porque creo el espacio, inmaterial porque creo la materia, atemporal porque creo el tiempo, eterna porque se encuentra en el principio de la regresión de eventos hacia el pasado, es decir, es la causa primera, y se encuentra en un “estado” de atemporalidad en donde no existe la ley de causa y efecto, omnipotente porque hizo que todo el universo llegara a existir en una creación ex Nihilo,y personal porque como lo explica craig: la personalidad de la causa del universo está implícita en su intemporalidad e inmaterialidad. Las únicas entidades que conocemos que pueden poseer tales propiedades son mentes u objetos abstractos, como números. Pero los objetos abstractos no se encuentran en relaciones causales. De hecho, su naturaleza acausal es definitiva para los objetos abstractos; es por eso que los llamamos abstractos. Los números, por ejemplo, no pueden causar nada. Por lo tanto, la causa trascendente del origen del universo debe ser del orden de la mente. Bien, si el argumento es verdadero y lógicamente válido, esa causa trascendente debe tener las características anteriormente mencionadas, es un simple análisis lógico, el creador debe ser trascendente ¿entonces hay una hipótesis ad hoc? claro que no, de hecho, las características de Dios no son ninguna hipótesis sino que son características que sí o sí debe tener la causa trascendente que nosotros llamamos Dios. Algo que se encuentra fuera del Espacio-Tiempo por definición debe ser aespacial, atemporal e inmaterial, son características producto de un razonamiento deductivo lógicamente válido que deriva en la conclusión de un ser trascendente. De manera que las características de Dios que nosotros los creyentes cristianos creemos, no son características asignadas arbitrariamente como hipótesis ad hoc mala fide, no las inventamos las deducimos lógicamente,y esto no constituye ninguna hipótesis ad hoc, así que Dios no es como el dragón invisible de Carl sagan. Preguntarse quien creó a Dios es ciertamente un absurdo que de ningún modo atiende a la razón, porque si seguimos correctamente los argumentos filosóficos teístas estos irremediablemente nos llevan a un ser trascendente y eterno, ergo, sin principio. Sería tanto como preguntarse sobre triangularidad del círculo. Sin embargo, hay ateos que creen en la eternidad del universo, ¿entonces por qué no aplicarían la misma pregunta? supongamos que la energía, el universo de energía que llamamos cosmos, no haya sido creado, como muchos ateos han creído tradicionalmente, entonces no tendría sentido preguntar quién creó el universo. Si la energía es eterna y nunca fue creada, nadie la pudo haber creado. Siempre existió. Por lo tanto, si no tiene sentido preguntar: «¿Quién creó el universo?», ya que siempre existió, tampoco tiene sentido preguntar: «¿Quién creó a Dios?», por cuanto siempre pre existió. FUENTES. -Diccionario de filosofía – Mario Bunge. -Who created God. Ravi Zacharias- Norman Geisler -Razonable Faith. Wiliam Lane craig. -Pero, ¿quién creó a Dios? – Alejandro Sanvisens Herreros – https://m.youtube.com/watch?v=wSvuXdqkLpM La objeción que plantea el Ateo comúnmente es la de que Dios ha sido inventado: nosotros los humanos tenemos la tendencia a inventar cosas, en la antigüedad como no se podían explicar ciertos fenómenos naturales entonces se proponían algunas hipótesis fáciles derivadas del desconocimiento y de la imaginación. Así, los dioses surgen de intentos de explicar por qué las cosas son como son, hay innumerables ejemplos en la historia de la humanidad pero todas esas explicaciones han resultado ser falsas y ahora tenemos verdaderas explicaciones basadas en el método científico. La investigación rigurosa nos ha llevado a deshacernos de los dioses, no es necesario postular a X deidad para explicar cómo es que las cosas caen cuando las lanzas al aire, tenemos a la gravedad para explicarlo. No es necesario pensar que X deidad causa los huracanes como un castigo para aquellos que desobedecen, ahora sabemos que los huracanes se causan por varios factores, por Mencionar tres : Temperatura del agua de al menos 26,5 °C y por la Alta humedad en la atmósfera, o por perturbación atmosférica. “De manera que, entre más conocimiento científico adquirimos más fácil resulta llegar a una hipótesis natural en lugar de una hipótesis sobrenatural ”. En terminos logicos...
A – El origen de la creencia en dioses se debe a intentos de explicar la realidad. B- Por lo tanto la creencia en dioses es falsa. Bien, respecto a este argumento, podemos decir que evidentemente cae en una falacia genética. Podemos decir que es una falacia genética, pues, intenta desacreditar la creencia en Dios y demostrarla falsa basándose en su Génesis, es decir de cómo se origina la creencia. ¿Pero por qué es una falacia? Bueno, simple no sirve de nada hacer alusión a sus instantes pasados para hablar de su condición actual. Es irrelevante la historia de su surgimiento, a menos que se hable historia: pero no es así cuando nos referimos a la existencia de Dios mediante argumentos deductivos. ¿Qué podemos deducir de la historia de la creencia, respecto a los planteamientos silogisticos de la existencia de Dios como el argumento cosmologico kalam, el argumento de la contingencia, el argumento del ajuste fino, etcétera ? Ciertamente sería algo totalmente desubicado, es irrelevante, ya que no nos diría nada acerca de las proposiciones fundamentales de los argumentos filosóficos teistas, por ejemplo que de la nada surge, que todo tiene una explicación para su existencia, que los seres contingentes necesitan de un ser anterior para existir, que debe existir un motor inmóvil, etc. Algunos ejemplos de Falacia Genética son: 1– ”¿No irá a ponerse un anillo de bodas, verdad? ¿Es que no sabe que el anillo de bodas simbolizaba en un principio las cadenas del tobillo puestas a las mujeres para evitar que fueran lejos del marido? No hubiera pensado que fuera a dar pie a una práctica tan machista.” Los supuestos orígenes sexistas del anillo de bodas no convierten a todo el que lo lleve en sexista. 2-“El interés por lo oculto fue lo que llevó a Isaac Newton a la teoría de la gravedad, por tanto cualquier persona que crea en la gravedad es un seguidor de lo oculto. La teoría de la gravedad no es una doctrina ocultista y ha sido probada científicamente. 3– El Karate proviene de la práctica china del Kung Fú, luego el Kung Fú es mejor que el kárate. (lo contrario también sería falaz) El argumento de que Dios es un invento humano para explicar lo desconocido presupone que los dioses politeístas son semejantes al Dios filosofico actual, cuyos atributos son muy singulares , pero eso es falso, el teista no cree que Dios es la explicación basándose en el desconocimiento, sino en el conocimiento adquirido mediante el riguroso análisis observacional sobre el cosmos, y Dios no sólo es una explicación, sino la mejor explicación comparativamente con la explicación naturalista. Que los dioses en épocas antiguas hayan servido como falsa explicación para algunos fenómenos naturales, sólo nos dice que los dioses politeístas son falsos, pero no nos dice nada acerca de la existencia del Dios monoteísta del Cristianismo o del ser trascendente y omnipotente de los argumentos filosóficos teistas, sería una falacia Non sequitur. Si los teistas creemos que Dios existe, es porque pensamos que el naturalismo no proporciona respuesta alguna para las preguntas fundamentales como ¿por qué hay algo en lugar de nada? ¿Cómo surgió la vida? ¿Por qué el universo es como es? Etc, y porque a su vez podemos demostrar que la existencia de Dios es más plausible. Por lo tanto ese argumento contra el teismo es falaz, y como decía WLC, la redondez de la tierra es cierta sin importar que esta idea haya surgido de un cómic. Nuestra creencia es producto del conocimiento y no del desconocimiento. A medida que mi conocimiento sobre el universo aumenta, la creencia en la existencia de un ser trascendente, omnipotente y personal, me parce cada vez más plausible. Tenemos el caso de Francis Collins, director del proyecto del genoma humano que considera al genoma como el lenguaje de Dios. En su libro “el lenguaje de Dios” escribe… En esta era moderna , de cosmología ,evolución y genoma humano , ¿ existe aún la posibilidad de encontrar una armonía plenamente satisfactoria entre las concepciones científica y espiritual del mundo? Yo respondo con un sonoro: ¡sí! En mi opinión, no existe ningún conflicto entre ser un cientifico riguroso y una persona que cree en un Dios que tiene un interés particular en cada uno de nosotros. Ahora, ¿en aquellas épocas arcaicas en donde se postulaban deidades para explicar determinados fenómenos naturales, había posibilidad de encontrar armonía entre las concepciones científica y espiritual del mundo ? Mi respuesta es un sonoro ¡No!, en mi opinión, hay un conflicto evidente entre ser un científico riguroso y creer que Dios o alguna deidad explica directamente un fenómeno en el universo como si formase parte de los mecanismos. En palabras de Francis S. Collins El dominio de la ciencia es explorar la naturaleza. El dominio de Dios es el mundo espiritual, un reino que no se puede explorar con las herramientas y el lenguaje de la ciencia. Se debe examinar con el corazón, la mente y el alma, y la mente debe encontrar un modo de abrazar ambos reinos. “ Se distinguen dos reinos, el Reino de la ciencia y el Reino espiritual. El Conflicto radica en la pretensión de usar las herramientas de un reino para explicar las cosas del otro reino. Cuando pretendemos usar hipótesis espirituales para dar explicaciones dentro del reino de la ciencia, existe un conflicto evidente entre Ciencia y Dios. De manera que en la antigüedad hubo este tipo de conflicto, pero en la actualidad ningún apologista cae en ese error. Por lo tanto el argumento de que Dios es un invento humano para dar explicaciones a lo que desconocemos en el universo, es falaz y un sinsentido, porque podemos armonizar ambos reinos para enriquecer nuestra visión del mundo y del universo, pero sin que uno se entrometa en las cosas del otro. El hombre tiene dos ojos, uno solo ve lo que se mueve fugaz en el tiempo, el otro lo que es eterno y divino. Siempre me gusta usar las Cinco vías de Aquino, y por poner solo una: La vía 2. Esta vía trata sobre las causas eficientes. Dado que las causas eficientes forman una sucesion y nada es causa eficiente de sí mismo, hay que afirmar la existencia de una primera causa. Se sabe que una sucesion infinita no puede ser posible, así que es estrictamente necesario llegar a esa primera causa. No dudaría un segundo en calificar como deshonesto a aquel que se atreva a decir que este argumento se basa en el DESCONOCIMIENTO, o como una persona que no sabe razonar. En conclusión, Dios se puede deducir lógicamente a través de premisas que se pueden contrastar empíricamente. Un invento es una creación que no posee ninguna conexión con la realidad, y que no es razonable pensar que posee alguna, por ejemplo una caricatura, un unicornio rosado,etc porque sus características han sido imaginadas y sólo se encuentra en la mente, son abstracciones. Dios es un ser subsistente, necesario, incontingente, aespacial, atemporal, inmaterial, en fin. ¿Estos atributos los inventamos? No, los deducimos lógicamente. Hasta el momento el ateo no logrado demostrar que no existe un ente con esas características, y dudo mucho que lo haga, porque tenemos fuertes argumentos que nos llevan a creer racionalmente en la existencia de Dios. Esto es suficiente para deshacernos de la objecion de que Dios es un invento humano. Si el ateo pretende seguir objetando con ese argumento Nietzscheseano, entonces debe probar que nuestras demostraciónes son producto de la ignorancia como cuando se afirmaba que algunos fenómenos naturales eran causados directamente por algún dios, ( Collins te diría que estás bromeando) también debe demostrar que los argumentos filosóficos teistas no se basan en ningún razonamiento deductivo, y por lo tanto en ninguna premisa razonable. También debe demostrar que la creencia propiamente básica del creyente es falsa. No parece honesto intelectualmente, seguir manteniendo esa objecion,pues, aunque los argumentos filosóficos teistas resultaran falsos todos, no significaría que Dios es un invento humano, solo significaria que los razonamientos no eran correctos. Puedo hacer mención de las creencias propiamente básicas que no son arbitrarias, sin importar que no se puedan demostrar. Así que Dios no puede ser un invento humano. REFERENCIAS –The Language of God Francis S. Collins –http://www.esacademic.com/dic.nsf/eswiki/473522 En primer lugar ¿Qué es la Apologética? Es una pregunta que muchos creyentes se hacen cuando escuchan o leen el término, y por qué no los ateos, la apologética no es muy reconocida y existen muchas personas creyentes cristianas que no saben el significado, a pesar de que ellos mismos realizan una apología de sus creencias cuando se sienten atacados por algún escéptico, en el fondo todos todos los cristianos somos apologistas: defendemos nuestra creencia y nuestra fe. Hay creyentes que son más experimentados en ello, tienen los conocimientos necesarios y saben de qué modo realizar una correcta defensa. Así que sin mas preambulos, la apologética es la defensa racional de la Fe en Dios y de la cosmovisión cristiana, esto mediante argumentos filosóficos coherentes y racionales que pretenden demostrar que es razonable creer, y que contrario a lo que algunos creen la única creencia poco razonable es el ateísmo. Apologética (de la apología griega: una defensa) es es rama de la teología cristiana que busca proporcionar una justificación racional. Se pueden distinguir dos tipos de apologética: la apologética evidencialista y la apologética presuposicionalista. La apologética evidencialista es básicamente la apologética que afirma que existen pruebas racionales para la existencia de Dios, y que la fe se puede experimentar y reafirmar luego de haber demostrado lógicamente mediante la filosofía que la existencia de Dios es real, realiza una demostración a posteriori y no presupone la existencia de Dios para realizar una demostración lógica de su existencia, así este tipo de apologética constituye para mí la forma más racional de defensa para nuestra cosmovisión frente a un escéptico, que al final de cuentas es lo que busca como objetivo: demostrar que la existencia de Dios es racionalmente convincente y que no es un asunto propiamente de Fe. Por ejemplo tenemos el argumento cosmológico kalam kalam, el ajuste fino del universo, el argumento de los valores morales, y si se prefiere el tomismo entonces las Cinco vías de santo Tomás de Aquino. Y cabe mencionar que el evidencialismo divide en dos escuelas: la escuela natural que se enfoca en los argumentos filosóficos basados en la naturaleza de la creación. Es decir el argumento Cosmológico y Teleológico. La escuela Religiosa que tiende a enfatizar tales pruebas como el cumplimiento de la profecía, la unidad milagrosa de la Biblia, los milagros, y la persona de Jesucristo. La apologética Presuposicionalista es aquella que considera que la existencia de Dios es un asunto que debe ser aceptado únicamente por fe y que el alcance de la razón es muy limitado como para demostrar la existencia de Dios, así su base fundamental es la biblia, y Dios debe presuponerse. existe una amplia discusión respecto a cual es el método apologético mas valido y consistente,pero este no es no es el articulo idoneo para entrar en ese asunto. Pero,sin lugar a dudas la apologética es fundamental para el creyente, ya que hay muchos ataques al Cristianismo y al teísmo, ataques que ahora son muy constantes, podemos observarlos muy a menudo en las redes sociales, y también fuera de ellas, de manera que tenemos que estar preparados para enfrentar esos ataques y levantar el escudo de la Fe. Un creyente poco preparado se sentirá indefenso y confuso por los ataques del escéptico, y posiblemente llegue a dudar fuertemente se su creencia al no poder encontrar una respuesta válida y segura, en el peor de los casos hasta puede dejar de creer por sentir que su creencia no es racional. Vemos las terribles consecuencias de no estar preparado ante los ataques de los escépticos que muchas veces pueden calar muy hondo, por eso la apologética es vital en nuestra formación como cristianos. Pero hay que mencionar algunos puntos importantes en el trabajo apologético, veamos lo que nos explica Nathan Diaz Harris en su libro Apologética Evangelismo efectivo: Primeramente, quisiera mencionar 1 Pedro 3:15 que dice, …sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros,pero hacedlo con mansedumbre y reverencia… Hay varias cosas que observar en este pasaje. 1- Necesitamos tener la experiencia y convicción personal de lo que predicamos primero. Por eso dice “santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones”. El cristianismo es el señorío de Cristo en tu vida. Eso es lo que explica la Biblia. Si no entiendes eso, no eres cristiano y no puedes explicar lo que es el cristianismo. 2- Necesitamos estudiar y conocer la Biblia para explicar quién y cómo es Dios así como lo que quiere de nosotros. La frase “estando siempre preparados para presentar defensa” asume un estudio y conocimiento previo de la Palabra de Dios. Esta frase es la definición misma de la apologética dentro de la Biblia. El presentar defensa me recuerda a la labor de un abogado, que si tiene que convencer a un jurado, debe conocer bien la ley para poder defender su argumento y ser un abogado competente. 3. Necesitamos entender nuestro objetivo. Cuando Pedro dice, “ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”, podemos ver claramente de qué se trata el mensaje de la Biblia. Tenemos que saber hacia dónde vamos en toda conversación sobre el Evangelio. No se trata de llenar nuestras iglesias. No se trata hacernos ver como más inteligentes. Se trata de darle esperanza a la gente. Romanos 15:4 dice que “todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.” Tenemos que tener una esperanza real y personal primero, para que la gente la perciba, la desee para ellos mismos y después no pidan que les expliquemos la “razón” de esa esperanza. “Razón” tendría que ser la fuente, el argumento lógico, la explicación clara, de donde proviene laesperanza. 4- Necesitamos hacer todo lo que hagamos con y por amor. Eso es lo que entiendo cuando termina el versículo aclarando cómo se desarrolla esta defensa en un verdadero cristiano “pero hacedlo con mansedumbre y reverencia”. Mansedumbre y reverencia no son el equivalente del pluralismo en nuestra sociedad. No significa decir “todos tenemos la verdad” o darle a alguien por su lado. Tenemos que afrontar y defender la verdad, precisamente porque creemos que es la verdad, no simplemente nuestra opinión. Pero como me ha dicho mi buen amigo Rodolfo Robles en relación a este tema: “No se trata de ganar un argumento, sino ganar a una persona para Cristo”. No nos debe interesar aparecer como los más inteligentes o los más preparados. No se trata del dicho mexicano “el que ríe al último, ríe mejor”. Se trata de ser lo más claros posibles en lo que explicamos, porque realmente queremos que entiendan el mensaje de verdad. ¿Cómo podríamos desobedecer el mandamiento que Dios nos da en este versículo Sarcasmo y burla son lo primero que me viene a la mente. Cuando ya no sabemos que decir, pero somos demasiado orgullosos para aceptarlo, lo más fácil es tratar de ridiculizar a la otra persona con frases sarcásticas. Nos parece una forma de ganar el argumento. A lo mejor podríamos comenzar a reírnos burlonamente mientras la otra persona explica su posición. Pero este tipo de actitudes sólo nos pondría en evidencia como los verdaderos ignorantes sobre el tema. Mostraría que nuestro objetivo principal es ganar la discusión, no mostrar amor. Yo admito que he recurrido al sarcasmo más de una vez, especialmente en conversaciones con Testigos de Jehová. No porque no supiera qué decir, sino porque se me agotó la paciencia con sus argumentos y quería terminar la discusión. Sin embargo,tenía después no me sentí bien, porque fue evidente que no logré nada. Perdí la objetividad y dependencia del Espíritu porque no mostré mansedumbre y reverencia. Yo sé que la política y la religión son los temas que no deberíamos tratar si no queremos meternos en problemas, pero si consideras el mensaje de la Biblia como una verdad objetiva, con el más alto valor y prioridad para la vida de cualquier persona, y no tan sólo una opinión, entonces tomarás el riesgo. El punto es que no dejes que tus emociones dominen la discusión. El consejo más práctico que puedo dar es tratar de entender la lógica y el razonamiento de la otra persona. Deja que hablen. Hazles preguntas. Muestra interés en escuchar su punto de vista también. Crea un puente con puntos que tienen en común. Creo que eso es hablar con mansedumbre y reverencia Hay apologistas evidencialistas muy reconocidos que han realizado una maravillosa labor defendiendo la creencia en Dios, por ejemplo tenemos a William Lane Craig, quizás el más popular. Ha debatido con muchos ateos de renombre y esto le traído mucha fama, y no sólo por ser un amante de las discusiones sino por demostrar racionalmente que el teismo puede llegar a ser más fuerte que el No-Teismo e infundir terror en muchos escépticos por su extraordinaria labor. Su argumento más famoso es el cosmologico Kalam .https://es.m.wikipedia.org/wiki/Argumento_cosmol%C3%B3gico_Kal%C4%81m Tenemos al apologista Peruano Dante. A Urbina que, sin lugar a dudas, también hace una extraordinaria labor como apologista. Es considerado el Craig Peruano por su facilidad para derribar argumentos ateístas y por su enorme capacidad e inteligencia para defender el teismo y el Cristianismo. Ha escrito varios libros, tenemos el libro: ¿Dios existe? El libro que todo creyente deberá y todo ateo temera leer. http://www.amazon.com/%C2%BFDIOS-EXISTE-creyente-deber%C3%A1-Spanish-ebook/dp/B01AYOPQUU/ref=sr_1_1?s=digital-text&ie=UTF8&qid=1453564870&sr=1-1 Su siguiente libro que se titula Dios Sí existe, en modo respuesta a su anterior libro https://www.amazon.com/dp/B076B7G6WH/ref=sr_1_1?s=digital-text&ie=UTF8&qid=1507819161&sr=1-1 Así también también tenemos a más apologistas destacados, Entre los apologistas cristianos modernos (siglo XIX a siglo XXI), algunos de los más destacados son católicos como: G. K. Chesterton, Ronald Knox, Frank Morera, Karl Keating, el Dr. Scott Hahn, el Padre Jorge Lorin Miró, el Padre Flaviano Amatulli Valente. De otras denominaciones, están el evangélico, Norman Geiser, y el Dr. Ravi Zacharias, el anglicano C. S. Lewis (popular por su Trilema), el luterano John Warwick Montgomery, el presbiteriano Francis Schaeffer. Como vemos existe una larga lista de pensadores apologistas de renombre, no cabe la menor duda de que el proyecto apologista ha sido de mucho beneficio. Para tener una buena base apologética evidentemente hay que leer a todos estos pensadores ya mencionados, y por supuesto a filósofos creyentes de la antigüedad como por ejemploSanto Tomás de Aquino, Aristoteles, leibniz, copleston, etc. El problema del mal no demuestra la inexistencia de Dios. por Alejandro Sanvisens Herreros
1. Si Dios existiera, impediría el mal. 2. Existe mal en el mundo. 3. Luego, Dios no existe. Esta «prueba» parece especialmente convincente cuando el mal se concreta en forma de niños inocentes que sufren duros tormentos, o de catástrofes imponentes que torturan a miles de personas, ... y es aplastante cuando el mal afecta directamente a uno mismo o, sobre todo, a personas muy queridas y se hace irreversible o irreparable porque acaba con la muerte. No pretendo escandalizar a nadie diciendo que la primera premisa de esta «prueba» es falsa. En efecto: Dios permite el mal. Así pues, la «prueba» contra su existencia desaparece. El problema es que algunos desconfían y se irritan porque no quieren creer en un Dios que permita el mal. Un Dios así, dicen, ha de ser por fuerza malvado o impotente; no puede ser bueno y omnipotente. Razonan así: «Si fuera bueno no querría el mal, y si fuera omnipotente, impediría el mal». Si Dios no quiere el mal, entonces ¿por qué permite que exista? La respuesta es simple, aunque enigmática: Dios impide muchos males, pero no todos. No impide aquéllos cuya eliminación suponga la destrucción de la libertad humana, y aquéllos cuyo desarrollo evite males mayores, o produzca bienes importantes. ¿Y qué bien importante puede proceder de la muerte de alguien? Si se cree que la muerte termina con todo, entonces, evidentemente no puede esperarse en ningún bien después de la muerte, pero si se cree en una vida eterna tras la muerte física, entonces pueden esperarse todo tipo de bienes y una total compensación por parte de la justicia de Dios. Gran parte del mal puede ser considerado como un medicamento amargo para la Humanidad: un medicamento que a veces deben tomar unos para provecho de otros, como cuando en un organismo, ciertas células se sacrifican en beneficio del conjunto. El sufrimiento produce desarraigo, y no hay mal mayor que el arraigo a las cosas del mundo cuando ello comporta un alejamiento de Dios. El sufrimiento es la otra cara de la moneda del amor de Dios. La moneda es demasiado valiosa para despreciar el sufrimiento. Los escépticos consideran que el sufrimiento es absolutamente inútil. ¿De verdad lo es? Permita el lector que le recuerde aquella cruel caída de la bicicleta que le tuvo inmovilizado durante días y que tuvo lugar en su infancia. Sus entonces omnipotentes padres hubieran podido evitar aquel golpe porque lo presentían, dándole una bici más pequeña, o impidiéndole ensanchar su espacio de pruebas, o yendo detrás suyo, pero no lo hicieron porque esperaban un bien mayor asumiendo aquel riesgo: querían que su hijo adquiriera mayor destreza, menor dependencia, mayor prudencia. Ciertamente un golpe te hace pensar en disminuir la velocidad la próxima vez. El padre no perdona las molestias (y el dolor) de la vacunación en sus hijos. Los médicos ya no recomiendan las «chichoneras», que sin duda evitaban muchos «chichones» a los niños. Supongo que el lector sabe por qué. No hay nada peor en el mundo que un niño mimado o consentido; es decir, que un niño al que se ha evitado todo dolor o frustración. El dolor, no sólo es preventivo, sino que también es curativo. El niño malcriado al que hemos aludido sólo conseguirá dejar de ser el centro de la existencia a través del dolor, la frustración y el desengaño. El drogadicto sólo puede alejarse de su dependencia por medio de cierto sufrimiento. La única forma de conseguir cierta independencia y libertad interior consiste en experimentar el sufrimiento de la soledad, la separación, la añoranza... Sólo los que se exponen al ridículo, al desprestigio o a la crítica consiguen superar el miedo o la timidez desde su infancia. Y la única forma de vencer la timidez sigue siendo exponiéndose al ridículo, al desprestigio o a la crítica. De mayores estos males son más lacerantes y más temibles, y por eso son muy pocos los tímidos que salen de su estado. Esas cosas son bien conocidas. Lo que ya no se conoce tanto son los efectos trascendentales del dolor y del sufrimiento. Si hay unas leyes que rigen los campos físicos (eléctrico, gravitatorio, etc.), ¿por qué no puede haber también leyes para los campos psíquicos? Si hay una resonancia física, ¿no puede haber una resonancia psíquica? ¿Nadie ha experimentado un estado de euforia compartida con un hermano o con un amigo? ¿No se contagia la risa? ¿No se contagia el llanto? ¿Nadie recuerda aquella amistad perdida por culpa de cierta pereza, desidia o falta de entrega o de paciencia por nuestra parte? Fue la falta de capacidad para el dolor o el sufrimiento la verdadera causa. El sufrimiento es la única forma de reestablecer ciertas resonancias psíquicas entre las personas y probablemente también entre el hombre y Dios. El sufrimiento es ineludible tal como están las cosas, para poder acceder al nivel de vida al que está llamado todo ser humano. Si no se sufre en esta vida, debe sufrirse en la otra. Es un hecho algo misterioso que los seres humanos está intercomunicados de forma tal que los efectos del dolor en unos repercuten en los otros, como las notas musicales en unos instrumentos hacen vibrar a los del mismo tono en otros. Se conocen noticias fidedignas de madres que han notado el momento exacto en que morían sus hijos. El dolor implica cierto grado de conciencia (el sufrimiento aún más). Sólo los seres que son capaces de adquirir cierto nivel de vida son capaces de sentir sufrimiento, y ese sufrimiento les hace posible desarraigarse de su propio ego totalmente, para acceder a una participación en el ser mismo de Dios. No importa cuál sea el origen (ac-cidental o planificado por parte de seres malvados), si el sufrimiento puede comportar algún bien en quien lo experimenta, Dios lo permite. Eso no significa que el hombre no tenga que luchar por minimizar el sufrimiento, ya que el amor, directamente puede conseguir lo mismo o mucho más que el sufrimiento. Nadie sabe si los animales de cierto grado pueden llegar también, a su manera, a participar del amor de Dios eternamente. El dolor del inocente es eficaz en grado sumo para conseguir el bien de aquéllos que le aman o que le amarán, y, sin duda repercutirá en bien suyo. Nos sentimos tanto más unidos a otros, cuanto más hemos compartido el dolor o el sufrimiento. Por eso, de alguna manera Dios mismo tenía que sufrir si teníamos que unirnos a Él, pero para sufrir tenía que participar de la naturaleza humana. El cristianismo es, precisamente, la religión en la que Dios se hace hombre 20 Pero, ¿quién creó a Dios? 1. No faltan quienes han visto en el dolor animal el máximo obstáculo para aceptar la existencia de Dios. No ven cómo puede armonizarse la bondad de Dios con la muerte violenta y programada de las presas en las fauces de los depredadores, y tampoco ven que haya ninguna compensación ni actual ni futura para dichas presas. El argumento falla, sin embargo, porque no tiene en cuenta la fisiología del dolor animal. Sólo determinadas clases biológicas, las que han llegado a cierto desarrollo cerebral, pueden experimentar dolor.Justo en estas clases existe todo un sistema extraordinario de mensajes de neurotransmisores, entre los que figuran los opiáceos endógenos, que se ponen en funcionamiento en el lugar y en el momento en que son necesarios. Se da la curiosísima coincidencia de que la información genética para las hormonas de estrés está yuxtapuesta a la información para las substancias opiáceas, de forma que en las situaciones de pánico y de ataque se liberan simultáneamente las hormonas de estrés (encargadas de las operaciones de huida y defensa o del comportamiento de quietud y concentración) y los opiáceos endógenos, encargados de eliminar las sensaciones dolorosas(necesarias en otros momentos). Se sabe de personas que en momentos de pánico no experimentaron ningún dolor en sus cuerpos destrozados por la metralla o las heridas en guerras y en otras situaciones. Dios pensó en el dolor animal y actúa, sin lugar a dudas, contrarrestando, allí donde haga falta, el mal incontrolable inflingido por el ser humano en los animales. No hay nada que nos impida pensar que la providencia de Dios llega a todas partes. No hay ningún dolor innecesario. Por otra parte no podemos atribuir a los animales el mismo «qualia» de dolor que al hombre. Puede ser que reaccionen de la misma manera o incluso más ruidosamente (es eficaz que sea así), pero su grado de conciencia y de sensibilidad son muy diferentes, y sus sistemas de defensa contra el dolor son enormemente eficaces. De ninguna manera pretendo justificar aquí los malos tratos a los animales. Estoy convencido de que Dios no lo quiere, como tampoco quiere que se torture ni perjudique a los seres humanos. para compartir todo el sufrimiento humano y alejar todo impedimento que se opone a la comunión entre Dios y el ser humano. La existencia de Dios es aceptable si se acepta también la creencia en una vida después de la muerte, y hay buenas razones para ello, aunque no es el tema de este libro. Este primer intento de demostrar la inexistencia de Dios no es, pues, concluyente. En algún momento se hizo popular un argumento muy antiguo que pretendía derribar definitivamente la creencia en un Dios omnipotente. Si Dios es omnipotente —decía— será capaz de crear un ser indestructible, pero entonces no tendrá poder para destruir a este ser, y siendo así ya no podrá decirse que Dios es omnipotente. Los que proponen este argumento (¡incluso en la actualidad!) consideran que la incapacidad de destruir lo indestructible es una limitación de la omnipotencia. Creen haber dado con «algo» que Dios nunca podrá hacer, con una «operación» que Dios nunca podrá realizar. Ahora bien, si analizamos esta supuesta «operación», nos daremos cuenta de que no se trata en realidad de ninguna operación, ya que las operaciones son acciones que se realizan según cierto sistema, manera o mecanismo conocido o desconocido, simple o complejo, natural o sobrenatural, pero si algo es indestructible no puede haber sistema, manera ni mecanismo posible de destruirlo. No estamos hablando, pues, de ninguna operación, sino de nada. Dios puede realizar todas las operaciones posibles. La incapacidad de hacer lo imposible no limita el poder de nadie: el de Dios, tampoco. El enemigo de cierta marca de automóviles insiste en que dichos automóviles carecen de volante «cuadrado-redondo». Sólo los incautos se dejarán engañar por tal acusación, ya que las personas sensatas saben que el no poseer volantes cuadrado-redondos no es ninguna limitación del valor de ningún automóvil. El volante «cuadrado-redondo» no puede existir, y, por tanto, en realidad no es «algo» que pueda ser deseado. La imposibilidad de realizar lo imposible no es ninguna limitación de poder. La mayoría de las personas que comentan sobre el argumento cosmológico demostrablemente no saben de qué están hablando. Esto incluye a todos los escritores prominentes del Nuevo Ateismo. También incluye a la mayoría de los científicos. E incluso incluye a muchos teólogos y filósofos, o al menos a aquellos que no han dedicado mucho estudio al tema. Esto puede sonar arrogante, pero no lo es. Podría pensar que estoy diciendo "Yo, Edward Feser, tengo un conocimiento especial sobre este tema que de alguna manera ha eludido a todos los demás". Pero eso no es lo que estoy diciendo. El punto no tiene nada que ver conmigo. Lo que estoy diciendo es un conocimiento bastante común entre los filósofos profesionales de la religión (incluidos los filósofos ateos de la religión), quienes, naturalmente, dado el tema de su subdisciplina filosófica particular, son las personas que saben más sobre el argumento cosmológico que nadie. En particular, creo que la gran mayoría de los filósofos que han estudiado el argumento en profundidad, y nuevamente, eso incluye tanto a ateos como a teístas, aunque no incluye a la mayoría de los filósofos fuera de la subdisciplina de la filosofía de la religión, estaría de acuerdo. con los puntos que voy a hacer, o con la mayoría de ellos de todos modos. Por supuesto, no quiero decir que todos estuvieran de acuerdo conmigo en que el argumento es, a fin de cuentas, un argumento convincente. Solo quiero decir que estarían de acuerdo en que la mayoría de los no especialistas que comentan sobre él no lo entienden, y que las razones por las que las personas lo rechazan son generalmente superficiales y se basan en las caricaturas del argumento. Tampoco digo que cada filósofo de la religión que se describe a sí mismo estaría de acuerdo con los puntos que voy a presentar. Como cualquier otro campo académico, la filosofía de la religión tiene su parte de hacks y mediocridades. Lo que estoy diciendo es que la gran mayoría de los filósofos de la religión estarían de acuerdo, y una vez más, en que esto incluye tanto a los ateos como a los teístas. Sin embargo, trataré aquí algunas de las objeciones poco serias. En particular, lo que sigue tiene la intención de eliminar parte de la basura intelectual que impide que muchas personas le den una audiencia justa al argumento. Para llegar al punto (s), entonces:
1. El argumento NO se basa en la premisa de que "todo tiene una causa". Mucha gente, probablemente la mayoría de las personas que tienen una opinión al respecto, piensa que el argumento cosmológico es así: todo tiene una causa; entonces el universo tiene una causa; así que Dios existe. Si todo tiene una causa, ¿entonces qué causó Dios? ¿Por qué asumir en primer lugar que todo tiene que tener una causa? ¿Por qué asumir que la causa es Dios? Etc. Sin embargo, aquí está lo gracioso. Las personas que atacan este argumento nunca te dicen de dónde lo sacaron. Nunca citan a nadie defendiéndolo. Hay una razón para eso. La razón es que ninguno de los defensores más conocidos del argumento cosmológico en la historia de la filosofía y la teología dio jamás este argumento estúpido. Ni Platón, ni Aristóteles, ni al-Ghazali, ni Maimónides, ni Aquino, ni Duns Scoto, ni Leibniz, ni Samuel Clarke, ni Reginald Garrigou-Lagrange, ni Mortimer Adler, ni William Lane Craig, ni Richard Swinburne. Y nadie más, por lo que sé. (Su pastor de la iglesia no cuenta. No me refiero a nadie entre los filósofos destacados.) Y, sin embargo, se presenta constantemente, no solo por escritores populares sino también por algunos filósofos profesionales, como si fuera la versión "básica" de la Argumento cosmológico, y como si todas las demás versiones fueran esencialmente una variación de este. No me lo creas a mi. El ateo Robin Le Poidevin, en su libro "Arguing for Atheism" comienza su crítica del argumento cosmológico al atacar una variación del argumento tonto dado arriba, aunque admite que "nadie Ha defendido un argumento cosmológico precisamente de esta forma ”! Entonces, ¿cuál es el punto de atacarlo? ¿Por qué no empezar, en cambio, con lo que realmente ha dicho un defensor prominente del argumento cosmológico? Supongamos que algún creacionista comenzó su ataque al darwinismo asegurando a sus lectores que la afirmación "básica" del relato darwiniano de los orígenes humanos es que en algún momento en el pasado lejano, un mono dio a luz a un bebé humano. Supongamos que no proporcionó ninguna fuente para esta afirmación, que, por supuesto, no pudo haberlo hecho, porque ningún darwiniano ha dicho nunca algo semejante, y también supone que admitió que nadie lo ha dicho nunca. Pero supongamos además que afirmó que las "versiones más sofisticadas" del darwinismo eran realmente "modificaciones" de esta afirmación. Intelectualmente hablando, esto sería absolutamente despreciable. Daría a los lectores la falsa impresión de que todo lo que los darwinianos tienen que decir sobre los orígenes humanos, aunque sea superficialmente sofisticado, es realmente un ejercicio desesperado para remendar una posición manifiestamente absurda. Sin embargo, precisamente por esa razón, tal procedimiento retóricamente sería muy efectivo. Compare eso con el procedimiento de Le Poidevin. Aunque admitió que nadie ha defendido realmente el débil argumento en cuestión, Le Poidevin todavía lo llama "la versión básica" del argumento cosmológico y caracteriza las "versiones más sofisticadas" que más adelante considera como "modificaciones" de él. Daniel Dennett hace algo similar en su libro Breaking the Spell. Nos asegura que el argumento en cuestión es "la forma más simple" del argumento cosmológico e insinúa falsamente que otras versiones, es decir, las que los filósofos han defendido realmente, y que Dennett no se molesta en discutir, son meramente los intentos desesperados de reparar los problemas obvios con la "versión" de "Todo tiene una causa". Al igual que con nuestro creacionista imaginario, este procedimiento es intelectualmente deshonesto y sórdido, pero es retóricamente muy efectivo. Da al lector incauto la falsa impresión de que la afirmación "básica" hecha por Aristóteles, Aquino, Leibniz, y otros es manifiestamente absurda, que todo lo que tienen que decir es simplemente un intento de arreglar esta posición absurda, y (por lo tanto) que no se debe molestar más a tales escritores. Y esa es la razón por la cual el estúpido argumento de "Todo tiene una causa", es una completa invención, una leyenda urbana, algo que ningún filósofo ha defendido nunca, persigue el debate sobre el argumento cosmológico. Le da a los ateos un objetivo fácil y una manera retórica para hacer que incluso sus oponentes más sofisticados parezcan tontos y no valga la pena molestarse con ellos. Es un truco delicado de debate, nada más, un ejercicio desvergonzado en lo que he llamado "meta-sofistería" (no juzgo si la mala conducta de Le Poidevin o la de Dennett fue deliberada. Pero el hecho de que deban saberlo es indiscutible. ) Lo que sí dicen los defensores del argumento cosmológico es que lo que comienza a existir tiene una causa, o que lo que es contingente tiene una causa. Estas afirmaciones son tan diferentes de "Todo tiene una causa", los defensores del argumento cosmológico también proporcionan argumentos para estas afirmaciones sobre la causalidad. Puedes estar en desacuerdo con las afirmaciones, aunque si crees que están falseadas por la física moderna, estás muy equivocado, pero no puedes acusar justamente al defensor del argumento cosmológico de decir algo manifiestamente tonto o de contradecirse a sí mismo cuando continúa afrima que Dios no tiene causa. Esto nos da lo que considero una prueba "básica" para determinar si un ateo está informado y es intelectualmente honesto. Si piensa que el argumento cosmológico se basa en la afirmación de que "todo tiene una causa", entonces simplemente ignora los hechos básicos. Si persiste en sostener que se basa en esta afirmación después de haber sido informado de lo contrario, entonces es intelectualmente deshonesto. Y si él es un filósofo académico como Le Poidevin o Dennett que está profesionalmente obligado a saber estas cosas y evitar trucos de debate baratos, entonces ... bueno, ya sabes. 2. "¿Qué causó a Dios?" No es una objeción seria al argumento. Parte de la razón por la que esto no es una objeción seria es que generalmente se basa en el supuesto de que el argumento cosmológico se basa en la premisa de que "todo tiene una causa", y como acabo de decir, esto simplemente no es el caso. Pero hay otra razón y quizás más profunda. El argumento cosmológico en sus versiones históricamente más influyentes no se ocupa de mostrar que hay una causa de las cosas que simplemente no tiene una causa. No está interesado en los "hechos brutos"; si lo fuera, entonces sí, posicionar al mundo como el hecho bruto más importante podría ser tan defendible como considerar que Dios lo es. Por el contrario, el argumento cosmológico, una vez más, al menos como sus defensores más destacados (Aristóteles, Aquino, Leibniz, y otros) lo presenta, se refiere a tratar de demostrar que no todo puede ser un "hecho bruto". Lo que se quiere mostrar es que si va a haber una explicación definitiva de las cosas, entonces debe haber una causa de todo lo demás que no solo existe, sino que, en principio, ni siquiera pudo haber existido. Y es por eso que se dice que no está causado, no porque sea una excepción arbitraria a una regla general, no porque simplemente sucede que no está causada, sino porque no es el tipo de cosas que, en principio, se puede decir que han tenido una causa, precisamente porque ni siquiera en principio no pudieron existir en primer lugar. Y el argumento no asume o estipula simplemente que la primera causa es así; por el contrario, el punto central del argumento es tratar de demostrar que debe haber algo como esto. Diferentes versiones del argumento cosmológico abordan esta tarea de diferentes maneras. Las versiones aristotélicas sostienen que el cambio, la actualización de los potenciales inherentes a las cosas, no puede ocurrir en principio a menos que exista una causa que sea “pura actualidad” y, por lo tanto, pueda actualizar otras cosas sin que tenga que actualizarse. Las versiones neoplatónicas argumentan que las cosas compuestas no pueden existir en principio a menos que haya una causa de las cosas que sea absolutamente unificada o no compuesta. Los tomistas no solo defienden las versiones aristotélicas, sino que también argumentan que todo lo que tiene una esencia o naturaleza distinta de su existencia, de modo que debe derivar la existencia de algo que está fuera de ella, en última instancia, debe ser causado por algo cuya esencia es la existencia y que es la existencia. o el ser mismo no necesita derivar su existencia de otro. Las versiones leibnizianas argumentan que cualquier cosa que no tenga la razón suficiente para su existencia en sí misma debe, en última instancia, derivar su existencia de algo que sí tiene una razón suficiente para su existencia, y que en ese sentido es necesaria en lugar de contingente. Etcétera. (Tenga en cuenta que no estoy defendiendo o incluso exponiendo los argumentos aquí, sino simplemente dando resúmenes de una sola frase del enfoque general que toman varias versiones de los argumentos). Por lo tanto, preguntar "¿Qué causó a Dios?" En realidad equivale a preguntar "¿Qué causó que la cosa que en principio no puede tener una causa?", o" ¿Qué le dio una razón suficiente para la existencia a esa cosa que tiene su razón suficiente para la existencia en sí misma y no la derivó de otra cosa? "Y ninguna de estas preguntas tiene algun sentido. Por supuesto, el ateo podría decir que no está convencido de que el argumento cosmológico tenga éxito al demostrar que realmente hay algo que en principio no pudo haber tenido una causa, o que es puramente real, o que tiene una razón suficiente para su existencia. dentro de si mismo Incluso podría tratar de argumentar que hay algún tipo de incoherencia oculta en estas nociones. Pero solo para preguntar "¿Qué causó a Dios?", Como si el defensor del argumento cosmológico hubiera pasado por alto las objeciones más obvias, simplemente no tiene en lugar en el punto. Un crítico serio tiene que lidiar con los detalles de los argumentos. Él no puede hacerles un corto circuito con una sola pregunta inteligente. (Si algún imbécil anónimo puede pensar tal objeción, entonces puede estar seguro de que Aristóteles, Aquino, Leibniz, y otros ya lo pensaron también). 3. "¿Por qué suponer que el universo tuvo un comienzo?" No es una objeción seria al argumento. La razón por la que esto no es una objeción seria es que ninguna versión del argumento cosmológico asume esto en absoluto. Por supuesto, el argumento cosmológico kalām afirma que el universo tuvo un comienzo, pero no lo asume simplemente. Más bien, el punto central de esa versión del argumento cosmológico es establecer a través del argumento detallado que el universo debe haber tenido un comienzo. Puede tratar de refutar esos argumentos, pero pretender que se puede descartar el argumento simplemente al plantear la posibilidad de una serie infinita de universos (por ejemplo) es perder todo el punto. Sin embargo, la razón principal por la que esta objeción es mala es que la mayoría de las versiones del argumento cosmológico ni siquiera afirman que el universo tuvo un comienzo. Todos los argumentos cosmológicos aristotélicos, neoplatónicos, tomistas y leibnizianos están interesados en demostrar que debe haber una causa no causada, incluso si el universo siempre ha existido. Por supuesto, Aquino creía que el mundo tenía un comienzo, pero (como todos los estudiosos de Aquino saben) eso no es una afirmación que juegue ningún papel en sus versiones del argumento cosmológico. Cuando argumenta que debe haber una Primera Causa, no quiere decir "primero" en el orden de los eventos que se extienden hacia atrás en el pasado. Lo que él quiere decir es que debe haber una causa fundamental de las cosas que las mantenga en existencia en todo momento, ya sea que la serie de momentos se extienda hacia atrás en el pasado sin un comienzo. De hecho, Aquino rechazó el argumento bastante famoso que ahora se conoce como el argumento kalām. No creía que la afirmación de que el universo tenía un comienzo podía establecerse a través de argumentos filosóficos. Pensó que solo podía conocerse a través de la revelación divina, y por lo tanto no era adecuado para tratar de establecer la existencia de Dios. (Aquí, por cierto, hay otra prueba básica de competencia para hablar sobre este tema. Cualquier crítico de las Cinco maneras que afirma que Aquino estaba tratando de demostrar que el universo tuvo un comienzo y que Dios causó ese comienzo, como lo hace Richard Dawkins en sus comentarios sobre la Tercera vía en El engaño de Dios, demuestra infaliblemente que simplemente no sabe de qué está hablando. 4. “Nadie ha dado ninguna razón para pensar que la Primera Causa es todopoderosa, que todo lo sabe, que es buena, etc.” no es una objeción seria al argumento. Las personas que hacen esta afirmación, como Dawkins en The God Delusion, demuestran que no han leído a los escritores a los que están criticando. Por lo general, se basan en lo que otras personas no informadas han dicho sobre el argumento, o en la mayoría de los casos se basan en extractos extraídos del contexto y se adhieren a alguna antología (como suelen ser las Cinco vias de Aquino). De hecho, Aquino dedica cientos de páginas a lo largo de varias obras para mostrar que una Primera Causa de las cosas tendría que ser todopoderosa, omnisciente, buena, etc., etc. Otros escritores escolásticos y escritores modernos como Leibniz y Samuel Clarke también dedican una argumentación detallada para establecer que la Primera Causa tendría que tener los diversos atributos divinos. Por supuesto, un ateo podría tratar de refutar estos diversos argumentos. Pero pretender que no existen, es decir, pretender, como tantos otros, que los defensores del argumento cosmológico típicamente dan un salto indefenso de "Hay una Primera Causa" a "Hay una causa del mundo que es todopoderoso, que todo lo sabe, etc. ”- es, una vez más, simplemente mostrar que uno no sabe de qué se está hablando. 5. "El argumento no prueba que el cristianismo sea verdadero" no es una objeción seria al argumento. Nadie afirma que el argumento cosmológico por sí solo sea suficiente para demostrar que el cristianismo es verdadero, que Jesús de Nazaret fue Dios encarnado, etc. Eso no es lo que se pretende que haga el argumento. Se pretende establecer solo lo que los cristianos, los judíos, los musulmanes, los teístas filosóficos y otros monoteístas tienen en común, a saber. La opinión de que hay una causa divina del universo. Establecer la verdad de las afirmaciones específicamente cristianas sobre esta causa divina requiere argumentos separados, y nadie ha pretendido lo contrario. Obviamente, también sería bastante tonto para un ateo pretender que, a menos que el argumento te ayude a demostrar la verdad del cristianismo, específicamente, entonces no tiene sentido considerarlo. Porque si el argumento funciona, eso bastaría por sí solo para refutar el ateísmo. Mostraría que el verdadero debate no es entre el ateísmo y el teísmo, sino entre las diversas marcas de teísmo. 6. "La ciencia ha demostrado esto y lo otro" no es una objeción seria a (la mayoría de las versiones de) el argumento. Hay versiones del argumento cosmológico que apelan a consideraciones científicas, en particular, la versión del argumento kalām defendida por William Lane Craig. Pero incluso el argumento de Craig también apela a consideraciones separadas, puramente filosóficas, que no están de acuerdo con el estado actual de las cosas en cosmología o física. Y la mayoría de las versiones del argumento cosmológico no dependen de ninguna manera de afirmaciones científicas particulares. Más bien, comienzan con consideraciones extremadamente generales que cualquier posible teorización científica debe dar por sentado, por ejemplo, que existe un mundo empírico o un mundo de cualquier tipo. A veces se afirma (por ejemplo, por Anthony Kenny y J. L. Mackie) que algunos de los argumentos de Aquino sobre la existencia de Dios dependen de tesis obsoletas en la física aristotélica. Pero los tomistas han tenido pocas dificultades para demostrar que esto es falso. De hecho, los argumentos solo dependen de las afirmaciones de la metafísica aristotélica que se pueden desenredar de cualquier suposición científica obsoleta y demostrar que son defendibles, cualesquiera que sean los detalles científicos, precisamente porque (según argumentan los tomistas) se refieren a lo que cualquier teoría científica posible haya presuponer. Por supuesto, muchos ateos están comprometidos con el cientificismo y sostienen que no existen otras formas de investigación racional que no sea la ciencia. Pero a menos que proporcionen un argumento a favor de esta afirmación, se limitan a formular la pregunta en contra del defensor del argumento cosmológico, cuya posición es precisamente que existen argumentos racionales que son distintos y, de hecho, más fundamentales que los argumentos científicos empíricos. Además, defender el cientifisismo no es una tarea fácil, de hecho, a simple vista es incoherente. Sea como sea, simplemente gritar "¡Ciencia!" No prueba nada. 7. El argumento no es un argumento del "Dios de los huecos". Dado que el punto del argumento es precisamente explicar (parte de) lo que la ciencia misma debe dar por sentado, no es el tipo de cosa que, en principio, podría ser anulada por los descubrimientos científicos. Por la misma razón, no es un intento de tapar algun “hueco” actual en el conocimiento científico. Tampoco es, en sus versiones históricamente más influyentes de todos modos, un tipo de "hipótesis" presentada como la "mejor explicación" de la "evidencia". Es más bien un intento de demostración metafísica estricta. Sin duda, al igual que la ciencia empírica, comienza con afirmaciones empíricas, pero son afirmaciones empíricas que son tan generales que (como he dicho) la ciencia misma no puede negarlas sin negar sus propias presuposiciones evidenciales y metafísicas. Y se deriva de estas premisas, no por teorización probabilística, sino por un estricto razonamiento deductivo. En este sentido, sugerir (como lo hace Richard Dawkins) que el argumento cosmológico no considera más explicaciones "parsimoniosas" que una causa no causada es como decir que el teorema de Pitágoras es simplemente un "teorema de las huecos" y que más exlicaciones "parsimoniosas" podrían llegar para explicar la evidencia geometrica. Simplemente malinterpreta la naturaleza del razonamiento involucrado. Por supuesto, un ateo podría rechazar la posibilidad misma de tal demostración metafísica. Podría afirmar que no puede haber un tipo de argumento que, como las matemáticas, conduce a las verdades necesarias y, sin embargo, que, como la ciencia, comienza desde premisas empíricas. Pero si es así, tiene que proporcionar un argumento separado para esta afirmación. El simple hecho de insistir en que no puede haber tal argumento simplemente plantea la pregunta en contra del argumento cosmológico. Nada de esto implica que el argumento cosmológico no esté abierto a una crítica potencial. El punto es que el tipo de crítica que uno podría tratar de plantear contra él simplemente no es el tipo que podría plantearse en el contexto de la ciencia empírica. Requiere, en cambio, conocimiento de la metafísica y la filosofía en general. Pero eso naturalmente nos lleva al siguiente punto: 8. Hume y Kant no tuvieron la última palabra sobre el argumento. Tampoco la tiene nadie más. A menudo se afirma que Hume, o quizás Kant, habian terminado con la discusion sobre el argumento cosmológico y que nada significativo podría decirse en su defensa desde su época. Creo que ningún filósofo que haya hecho un estudio especial del argumento estaría de acuerdo con este juicio, y nuevamente, eso incluye a los filósofos ateos que finalmente rechazan el argumento. Por ejemplo, no creo que nadie que haya estudiado el tema negaría que Elizabeth Anscombe presentara una seria objeción a la afirmación de Hume de que algo podría concebirse sin una causa. Anscombe tampoco es la única que haya criticado a Hume por este asunto. No estoy diciendo que todos estén de acuerdo en que las objeciones formuladas por Anscombe y otras al final del día son correctas (aunque creo que sí lo son), solo que estarían de acuerdo en que es incorrecto pretender que Hume de alguna manera terminó con toda seriedad. Debate sobre el tema. Para tomar otro ejemplo, la objeción de Hume de que el argumento cosmológico comete una falacia de composición es, también muy sobrevalorada. Por un lado, asume que el argumento cosmológico se ocupa de explicar por qué existe el universo en su conjunto, y eso simplemente no es verdad en todas las versiones del argumento. Los tomistas a menudo enfatizan que el argumento de Aquino sobre el ser y la esencia requiere solo la premisa de que algo u otro existe: una piedra, un árbol, un libro, su zapato izquierdo, lo que sea. La afirmación es que ninguna de estas cosas podría existir, ni siquiera por un instante, a menos que se mantenga en el ser por Dios. No es necesario comenzar la discusión con ninguna premisa sofisticada sobre el universo en su conjunto; Todo lo que necesita es una premisa de que existe una piedra, un zapato o lo que sea. Incluso las versiones del argumento que comienzan con una premisa sobre el universo en su conjunto (en mi opinión y en muchas otras) no están realmente afectadas por la objeción de Hume. En cualquier caso, creo que cualquiera que haya estudiado en profundidad el argumento cosmológico estaría de acuerdo en que es ciertamente muy discutible que Hume haya refutado el argumento. En general, los críticos del argumento cosmológico tienden a sostenerlo arbitrariamente a una norma a la que no tienen otros argumentos. En otras áreas de la filosofía, incluso los puntos de vista más problemáticos se consideran merecedores de un debate continuo. El hecho de que haya todo tipo de objeciones serias a las teorías materialistas de la mente, o puntos de vista consecuencialistas en la ética, o puntos de vista liberales rawlsianos en la filosofía política, no lleva a nadie a sugerir que estos puntos de vista no deben tomarse en serio. Pero el hecho de que alguien en algún lugar planteó tal y tal objeción al argumento cosmológico se trata de manera rutinaria como si esto fuera suficiente para establecer que el argumento ha sido "refutado" de manera decisiva y no se debe prestar más atención. por: Edward Feser link del articulo original: https://edwardfeser.blogspot.com/2011/07/so-you-think-you-understand.html?fbclid=IwAR1AfdtziX97pj5YA60z48Vio3FWf7qmchPb6DC_r_a-UnPRStWw4FoUxHU |
AUTORJADER JOSE IBARRA Archives
September 2019
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